duende colorao

Perdóname Guillermo

HOY, rebuscando en casa entre los armarios, encontré por casualidad la grabación de la agrupación con la que debuté en el Falla, la chirigota juvenil 'Los Nonainos' allá por 1989, cuando solamente tenía 13 añitos, con la cara llena de barrillos, acabando la E.G.B. y con un mundo por delante por descubrir y al que enfrentarme. Me picó la curiosidad y me decidí a escucharla. Cientos de recuerdos me inundaron rápidamente el pensamiento, pero de pronto, entre copla y copla, apareció la voz del comentarista de radio que también estaba grabada, inconfundible! era la voz de Guillermo Riol.

Otros hablan de Enrique Mateo, Enrique Treviño, Juan Manuel Pedreño, Pepe Benítez, etc…, pero sin lugar a duda, y sin menospreciar a nadie, si tuviera que decir un nombre y un hombre de radio para definir el carnaval diría Guillermo Riol. Hasta donde llegan mis recuerdos, desde siempre (exceptuando los años que estuvo destinado en otra provincia con la Cope) he disfrutado y he escuchado el concurso a través de la radio con Guillermo. Su discreción, su educación, su profesionalidad y su bendita manía de nunca resaltar más que la agrupación que esté actuando en esos momentos con sus comentarios y críticas, siguen haciendo que aún hoy al cabo de tantos años, lo busque por el dial de la radio para que "me cuente" lo que está ocurriendo en el concurso. Nunca le falta el respeto a nadie, no intenta imponer a nadie ni su criterio ni su catálogo de gustos, y no mancha de subjetividad extremista la actuación de ninguna agrupación, le guste o no le guste. Respeto, eso mismo que cada noche derrama en abundancia por los micrófonos, es lo mismo que yo siento hacia él, un profundo respeto al que además añado: admiración.

Después del artículo de la semana pasada a Agustín Bravo y este a Guillermo Riol, que nadie piense (que hay mucho "malpensao" por ahí) que intento buscarme un "cuelo" en Onda Cádiz. Afortunadamente NO soy uno de esos 5 millones de parados y tengo mi trabajo, y sobre todo, ese nunca fue mi estilo. Tampoco intento ganarme el favor de nadie. Los premios se ganan y se pierden en el escenario y nadie con un micrófono o una crítica en prensa escrita puede "tapar el sol con un dedo" haciendo grande a una agrupación que no lo merezca o viceversa.

Sé que a Guillermo no le gusta que hablen de él, pensará que no lo merece y que sólo intenta hacer bien su trabajo. Su humildad y su discreción le hacen sentirse incómodo con este tipo de comentarios. Hoy al escuchar esa grabación de mi primera agrupación, escuché su voz y me llenó de bonitos recuerdos, y por eso me "desahogué" escribiendo este artículo. Sé que no te gusta esto, pero lo tuve que hacer. Perdóname Guillermo.

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