Despojada ya de su disfraz de bullicio, la capital gaditana volvió ayer a dejarse llevar por el Carnaval. Lo hizo al mediodía, cuando un buen número de agrupaciones oficiales y oficiosas la despertaron con sus coplas, y terminó de espabilarse con los agradecidos aplausos de los miles de aficionados que, aunque juntos, dejaron de estar revueltos salvo excepciones.

Una de ellas se vivió junto a la Torre Tavira, donde el público disfrutó, apretujado, de la chirigota 'Los enteraos'. "¡El pasodoble de la Teo!", le pedían a los del Selu entre gritos de "¡campeones, campeones!". "Pum, pum, pum" y "no sabe tú ná", al unísono, rebotaban en los edificios de Sacramento y en la plaza de San Agustín, donde también ofrecieron su repertorio.

Un buen grupo de personas siguió también a la comparsa ganadora desde Candelaria hasta la plaza Las Flores. 'La mare que me parió', de Antonio Martín, despertó fuertes aplausos cuando encontró un sitio para cantar en un lunes más gaditano.

Muchas de las agrupaciones punteras oficiales se hicieron hueco entre las ilegales. 'Los superabuelos...', 'Los a la big band...', 'Huele a ropero' y 'Salón de Belleza El Tijerita', entre otras, aprovecharon el día de ayer para pasarlo bien, que no es poco. "Este año no hemos cogido tantos contratos, queremos disfrutar más. En 2008 parecíamos máquinas, no pudimos ir ni a la cabalgata. Así que hemos decidido tomárnoslo con más tranquilidad y poder vivir experiencias como ésta, con un público de caramelo", comentaba Sergio, uno de los componentes de la chirigota ganadora del Concurso que reponía fuerzas junto a familiares en la Plaza de San Agustín, una plaza de la que se alejaba en ese momento la batea de 'Los Cañamaque'.

Cualquier rincón del centro era bueno para regalar repertorios. Las ilegales se repartían por el casco histórico. Columela, Rosario y Novena, justo las calles que rompen los dos itinerarios de coros, que repartían tangos por San Francisco, Ancha o Palillero.

Por los alrededores de la plaza, lugar emblemático para las agrupaciones de la calle, cantaban 'Lo que el levante se llevó' sobre las tres y media de la tarde, hora en la que empezó a llegar el personal, tras descansar un poco del día anterior. También cantaban las nadadoras de 'Agüita tapá' que ya advertían de la resaca. "Cervecita, manzanilla, moscatel, no te vayas a embalar, que puedes acaba como yo en agua tapá", decían en su estribillo. Pero la gente a lo suyo, con su cervecita, su manzanilla o moscatel, y más en un día despejado como el de ayer.

Las cuatro componentes de 'Las malitas de los nervios' arrancaban las carcajadas en Hospital de Mujeres. Genial pasodoble para la ministra Bibiana. Que le ayude, que su pobre marido se ha quedado en paro, cobra 600 euros de desempleo, 300 de una paga familiar, más una paga de la hermana por minusvalía, más otra de no se qué. Vamos, en la miseria, ironizan.

Más agrupaciones de mujeres se dejaban ver por la zona. Poco a poco van cogiendo un protagonismo en la calle que aún no tienen en el teatro.

La plaza de Candelaria la compartían coros y chirigotas, ya cerca de las cinco de la tarde. El concurso organizado por la Peña de La Estrella atrajo a numerosos aficionados con ganas de escuchar los repertorios de las chirigotas del Concurso. Una anécdota: los presentadores tomaron los micrófonos para avisar de que había un niño de Segovia perdido. Iván, como el de popurrí de 'Los Cruzados'. Sus padres aparecieron al poco tiempo después de la llamada de los peñistas.

Y el Carnaval transcurría por todos lados. En las inmediaciones del Mercado de Abastos, unos chirigoteros se quedaron de piedra por exigencias del guión 'ilegal'. Los componentes de la agrupación mixta 'Este busto es mío' se presentaron a los aficionados como estatuas que han venido a Cádiz con motivo de una exposición, y aunque son la viva imagen de ilustres personajes ninguno recrea el busto de "la Teo" porque "ya tiene la cara muy dura". Su pegadizo estribillo no tardó en ser coreado: "Escultor, escultor, escultor, un poco más de picha, por favor".

Muy cerca del Gran Teatro Falla, donde días atrás obtuvieron el segundo premio los Rolling Stones gaditanos o, lo que es lo mismo, el cuarteto 'Esta boca es mía' daba la nota con su interactivo repertorio. Toda una satisfacción para los oídos.

Y para la vista, 'Las vedettes churretes'. Las 15 miembras de este grupo sin papeles pero con mucha gomaespuma desfilaron por las calles a ritmo de chistosas coplas firmadas por Jesús Bienvenido, David Palomar y la propia agrupación. "Yo soy una vedet, vedet, vedette, reina de la revis, revis, revista. Tú no te va a escapá, y a la vedé, ve de ve debe de pagar la convidá", advierten en su estribillo.

A unos metros de la calle Ancha, en Sagasta, uno de los integrantes de 'Comiendo pan con manteca soñé con la hipoteca' amenazó al nutrido público que rodeaba al grupo con ofrecerle "18 cuplés enchampelaos", aunque finalmente la cifra no superó la decena. Y el más aplaudido fue el primero, donde dan buena cuenta del disgusto que cogió David el Nomo cuando su hija le dijo que iba al Gran Hermano.

Por la calle Novena peregrinaba 'La hermandad de Cádiz Las Ecos del Rocío' y, cerca, en Barrié, deambulaban los sonámbulos de 'Los que no paran en la cama', que aseguran que la duquesa de Alba está ya "caducá".

Y de la duquesa a la baronesa Tita Cervera, a la que ponía cara -y le echaba poca vergüenza- la teniente de alcaldesa Mercedes Colombo. La edil daba a elegir tres nombres para su romancero: "'La baronesa Cervera y la fresca de su nuera', 'La baronesa Cervera y la guarra de su nuera' y 'La baronesa Cervera y la puta de su nuera'. "Éste último es el que más me gusta", sonrió.

Pasaban los minutos pero no las ganas de escuchar, y como no sólo de pasodobles y cuplés viven los aficionados a la fiesta gaditana, muchas fueron las personas que se congregaron en torno a la bateas y el coro a pie. 'El maravilloso mundo de Cadilandia' reunió a numerosos ciudadanos frente al bar Los pabellones, en San Juan de Dios.

Y entre tanto, su majestad el Tango resonaba también en otras plazas gaditanas. La de Mina fue un hervidero desde las primeras horas. En ellas se pudo escuchar al coro ganador, 'Cuando yo me pele', que casi cerraba la fila y que dejó su impronta de agrupación señera, con cientos de personas arremolinadas alrededor de su batea. El coro de Kiko Zamora y los Pastrana también se hizo notar con unos tangos brillantes que despertaron los aplausos de los asistentes, entre los papelillos y las serpentinas lanzados por los más pequeños.

Los bares de la zona aguantaban a duras penas la afluencia de personas dispuestas a que disfrutaran no sólo los sentidos de la vista y el olfato.

En Candelaria también hubo un ambiente espectacular, sobre todo porque de allí partían dos de los tres circuitos de carruseles. 'El coro del futuro', otro de los grandes cajonazos del pasado Concurso de agrupaciones, fue uno de los que más expectación creó. Junto a ellos también estuvo 'La jarca de Manué', el coro viñero que no ha perdido un ápice de su señorío pese a que alguno le haya perdido el respeto que merece una agrupación de su historial.

Y mientras los coros cantaban, muchos aficionados se arremolinaban en torno a los de siempre, a los espías de la GIA (Guatifó Intelligence Agency), que con sus gabardinas confeccionadas con papel de estraza arrastraban a cientos de personas cada vez que se movían desde San Agustín para cantar por alguna calle del centro histórico de la ciudad.

Tras aprovechar los días del largo fin de semana, ahora toma protagonismo la noche. Noches de tablaos por el casco antiguo, de 'Carnaval a Diario', de coplas de ilegales en La Viña y en El Pópulo. Los coros volverán a su bateas el viernes, también por la noche, en el barrio viñero y el sábado en El Mentidero. El domingo, tanto coros como agrupaciones oficiosas y oficiales darán el último tirón para aprovechar las últimas horas de Carnaval.