Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

El pelotazo

¿Final a tres bandas o billar artístico?

BUENO, pues conforme se va acercando el día de los cuchillos largos para el pase a la gran final muchos aficionados ya van haciendo sus quinielas. Unos estamos en unas quinielas, en otras ni aparecemos. Es lo de siempre, en cuestión de gustos… nadie se equivoca. En lo que todos coinciden es que este año hay un gran nivel en chirigotas (permitan que me ciña a mi modalidad) y que se van a quedar fuera de la final chirigotas de gran calidad. Algunas voces comienzan a elevarse pidiendo una vuelta a la antigua fórmula de más agrupaciones en la final en detrimento de las plazas que se quedan vacías. Yo no estoy totalmente de acuerdo en ampliar el número de la final según convenga. Precisamente esa fórmula se aplicó por el enorme nivel de chirigotas de otros años. Llegaron a entrar hasta seis en una final. El problema es cuando la costumbre se convierte en norma. Las chirigotas dejamos de mostrar nivelazos y, con la mano en el corazón, había años en que la final no estaba para seis chirigotas. Para colmo, el que quedaba quinto o sexto cogía un cabreo monumental, así que yo vi lógico la vuelta a la final de cuatro y luego a la de tres. La final de cuatro no me parece mal, pero la de tres creo que refuerza el concurso. Basarse en la calidad de las que se van a quedar fuera (a riesgo de que nos quedemos cualquiera) no me sirve. En el mundial de futbol llegan dos a la final. Por más nivelazo que demuestre una selección (que puede hasta haber jugado mejor que la que gana) si se tiene que quedar fuera se queda.

Entrar en una final de tres te llena de orgullo, porque cuanto más cuestan las cosas más se valoran. Si te quedas fuera tu moral se resiente menos, porque no tener un sitio entre tres se ve más lógico que no tenerlo entre seis. Que haya tres mejores que tu…vale, pero seis mejores es que te mata.

Si volviéramos a una final de seis creo que en dos o tres años lo mismo decae el nivel y tendríamos que aguantarnos con otra final larga y con menos calidad de la esperada. El reglamento no se puede cambiar cada año y a mí, personalmente, no me agradaría ir a una final para ser quinto o sexto. Esto no es recriminar ni criticar a ninguno de mis compañeros. Si me hubiera pasado a mí pues lo hubiera acatado y punto. A mí me pone más una competición reñida y tener que ponernos las pilas en cada pase dando el todo por el todo. Quizás eso esté redundando en esa calidad que está apreciando el aficionado en este año. Es ley de vida. A menos competencia, los participantes se acomodan. Y este año no hay quien pegue una cabezadita. Suerte a todos, compañeros y enhorabuena por el nivel.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios