Lo vemos casi todos los días por los pasillos del Teatro Falla, lleva toda su vida acudiendo al concurso, y asegura que en los últimos tres años, más o menos, está observando algo que antes no se producía y para lo que se dispone a usar nuestras tijeras. "El Falla parece un estadio de fútbol o un concierto con tantos fans. Lo vemos casi todos los días con distintas agrupaciones", asegura nuestro recortador de hoy, Luis Núñez, gerente del catering El Faro.

"Yo cada vez me doy más cuenta que la gente no escucha las letras de sus grupos preferidos. Además, una agrupación se puede llevar muchos minutos de espera para cantar la presentación o entre presentación y pasodoble, del jaleo que se forma y de la cantidad de gritos que hay desde el gallinero y otros puntos", cuenta Núñez. Por eso no dudaría en meter ahí las tijeritas. "Yo creo que esto es un concurso de música y letra, a lo mejor estoy yo equivocado, y el público cada vez escucha menos".

Fruto de todo esto viene la facilidad que tiene algún tipo de público para levantarse si es su grupo preferido, haya lo que haya cantado, dice. "Se levantan como si el Cádiz hubiera marcado un gol en la Champions League. Yo no digo que la gente no aplauda y disfrute, pero eso... A esto también le metería las tijeras".

Y del concurso a la calle. El gerente de catering se atreve también a meter algún que otro recorte a la celebración en la calle. "Recortaría el botellón. Por ejemplo, el que se forma en la Viña el sábado de Carnaval". Dice Núñez que esto no ayuda para nada a la imagen de la ciudad gaditana.