Galería de carnavaleros ilustres

La Diosa

VAYA por delante que nada tengo contra las chicas que se han presentado a estos actos, pero quiero expresar mi libre opinión sobre el formato actual, que cambia las formas, no el fondo, ni el tufillo de las Fiestas Típicas cuyo acto central era la coronación, no de una Reina carnavalesca y paródica, sino de una Reina monárquica que el imaginario popular asimilaba a la estética peliculera de Sissi Emperatriz.

Las reinas antiguas pertenecían a la burguesía ciudadana cuando no eran hijas de mandamases de complicados apellidos poblados de preposiciones y conjunciones. Tiene su gracia. Cuando España era una dictadura, se elegía a la Reina (coronita incluida) y sus Damas y ahora que tenemos monarquía, se elige a una Diosa (también con coronita), con sus Ninfas y sus mantenedoras o algo así.

Deberíamos ya desprendernos o cambiar estos actos, restos históricos de otro tiempo. El primer ayuntamiento democrático cambió la ubicación del acto a San Antonio y permutó Reina y Damas por Ninfas y Diosa y la elección se democratizó, popularizó y mejoró (no obstante ocasiones hubo en que hasta se las medía con una cinta métrica). Todo eso es verdad, pero también lo es que el fondo es casi idéntico. Lo sustantivo de esta historia es el cambio que va de representar a la burguesía gaditana en Carnaval a representar, ni más ni menos que a la mujer gaditana (¿?) y no sólo en Carnaval sino en toda clase de actos.

Por decirlo más claro; carece de sentido el rol social, por antiguo, esperado de estas jóvenes. No va con los tiempos que se siga tratando a la mujer como objeto bonito, decorativo que, durante un año entero, como un florero, llena de color diversos actos institucionales, vestida con un traje de piconera pemaniana.

Y para ello las candidatas se someten a la elección por un jurado que, entre otras cosas más o menos peregrinas, las examina de su conocimiento del baile ¿se imaginan? por tanguillos. A lo mejor, con eso el jurado justifica la obtención del cuelo oficial en el concurso. Para más inri, suena contradictorio con la existencia de una Concejalía de Igualdad. Cuando ya tenemos -en todas las modalidades- grupos totalmente femeninos, resulta más antigualla aún todo esto de la Diosa, prescindible desde cualquier óptica. Si se quiere mantener la existencia de un personaje central, podrían darle más protagonismo al dios Momo, que pasa casi desapercibido, siendo más carnavalesco. Y si quieren una dama como figura femenina central carnavalesca, ninguna mejor que la vieja de la columna de la última página de este Diario del Carnaval. A lo mejor, acepta el envite.

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