Antes de que su grupo saltase a las tablas del Falla, hablamos con Antonio Martín para que nos adelante algo de lo que trae este año, ya que hay mucha expectación creada alrededor de este grupo de nombre tan desenfadado, poco habitual en la línea más clásica y sobria de Martín. Pero es que, según cuenta él mismo, se ha lanzado con algo fresco y renovado, que cree que causará sensación... Antes de comprobar si está en lo cierto, unas preguntas. Y cuando lo comprobamos, unas cuantas más.

¿Qué nos traes este año, Antonio?

Pues eso, 'Las locuras de Martin Burton', que son las locuras de Carnaval, las locuras de Tim Burton, Martín, Martin Burton... y todo el lío éste que hemos formado. Creo que hemos hecho buen grupo, el que teníamos el año pasado renovado con un par de voces como las del Pellejo y Morales, que han dado más fuerza aún si cabe. Y creo que lo que traemos es muy fresco, me he visto obligado porque cada vez que yo llegaba al ensayo veía las caras de los chavales jóvenes esperando como los gorriones a ver qué les traía. Y creo que hemos conseguido algo muy fresco y muy renovado, sin perder la esencia del Carnaval, que también hay que llevarla. Espero y confío en que vamos a causar una gran sensación esta noche.

La renovación se nota en el nombre, que rompe con su línea sobria ¿de dónde surgió esa idea?

La idea me la trajo mi hija Amparo, que sigue las películas de Tim Burton y me dijo un día "papá, has visto a este personaje que tiene todas las características de los Quijotes, la pintura, la expresión...". Luego me fue trayendo más personajes y ahí concluí el título. Cuando se lo dije a la agrupación, a finales de verano, se quedaron como diciendo ¿¿qué?? Pero luego le fueron dando forma, terminó gustando y seguimos con la idea. Y aquí estamos, gracias a Dios, después de muchos meses de trabajo.

¿Pero lo que vamos a ver es muy diferente al Antonio Martín de siempre?

Sí, en principio sí, bastante diferente. En la presentación, en la forma de cantar los pasodobles, los cuplés de mi amigo 'el Yuyu'... Yo me he querido curar en salud en todo, me faltaba tiempo por problemas personales y cuando me enteré de que el Yuyu estaba libre hablé con él y como un loco se lanzó. Y ha hecho unos cuplés graciosísimos. Y el popurrí creo que es una alegoría a la juventud, una alegoría a querer vivir la vida con alegría. Creo que hemos hecho una buena "obra" de Carnaval y que si cantamos como han estado haciéndolo en los ensayos, vamos a gustar.

¿Afrontas con la misma ilusión y ganas todo esto?

Y con los nervios, también con los nervios... Sí, porque si me faltaran esa ilusión y ganas, me pararía, como he hecho otras veces.

Pero ahora no parece que estén cerca otras veces de ésas...

No, porque estos chavales son unos fieras y cada vez que yo he ido al ensayo y he cantado el primer pasodoble, me suben a hombros, me mantean... Me hacen una serie de cosas que digo, no sé si será de cachondeo pero a mí esto me da fuerza. Están muy entregados conmigo. Luego, además, chavales que han venido de otras agrupaciones han coincidido en decir que esto es algo diferente. No somos los mejores ensayando, ni somos más que nadie, pero dicen que esta agrupación es diferente de otras en las que han estado ellos. Disfrutan, y eso es lo que intentaremos hacer esta noche. A ver si terminamos de disfrutar de este repertorio que hemos hecho.

Y sí, tenía razón. Sobre el escenario, algo casi completamente diferente a lo que nos tiene acostumbrados Antonio Martín, que sólo vuelve a ser el de siempre en la última firma, en el final del popurrí. Con ritmos renovados, una fuerza potente pero más contenida, letras que abarcan más, Martín también parece tener razón en lo de haber causado sensación.

¿Has causado esa sensación de la que nos hablabas antes?

Naturalmente. Creo que ha gustado mucho, aunque yo me meto entre bastidores, en un mundo desde donde todos los años sigo a mis componentes, no veo al público, casi no escucho los aplausos y sigo mucho la actuación. Y sobre la actuación tengo que decir que lo han bordado, han cantado como los Ángeles, como ellos saben cantar. Y seguramente rizarán el rizo en otras actuaciones y lo harán incluso mejor, que ya es difícil. Yo he tenido una sensación estupenda, porque todas las coplas que se han ido cantando han gustado al público.

En una cuarteta dices que te has visto obligado a renovarte para subsistir... ¿qué es lo que te ha hecho sentir esa obligación?

Los gustos de la gente. Yo comprendo que no puedo morirme en mis gustos, en mis ideas, en mis historias, y siempre pensando en Paco Alba, en Villegas, en mis maestros. Que los respeto y los sigo queriendo y teniendo en cuenta, pero este año he querido intentar demostrar que también sabemos hacer esto. Eso que decían siempre de mí de lo mismo, lo mismo... pues yo he escuchado este año comparsas que no me han venido a decir nada nuevo, que es lo que siempre me han criticado a mí. Este año mando yo en eso. Este año mandamos en la innovación. Ahora se van a ver obligados a seguirme un poco, a un hombre como yo, de sesenta y un años, un hombre viejo del Carnaval.

Obligado, pero... ¿con gusto?

Con gusto, porque está demostrado que hemos hecho un buen trabajo. Hemos hecho, como decía antes, una comparsa muy muy fresca. Y, ahora, el que pueda que nos siga.

¿Ha merecido la pena entonces reinventarse?

Naturalmente. Además, te sientes muy feliz, te sientes rejuvenecido.