Convulso año en el fallo del jurado para chirigotas. La afición clamó por la ausencia en la final de tres grupos: 'Kadi City, ciudad sin ley' de Juan Carlos Aragón, 'De plaza en plaza' de José Guerreo 'Yuyu' y 'Sevilla tuvo que ser, mi arma', del Libi. Conviene apuntar que las chirigotas finalistas hicieron un brillante concurso, como fue el caso de 'Los aleluyas', la primera vez que ganaba 'El Sheriff', 'Banda de música de cagarrutas del monte', 'Blancanieves y los siete enanitos' y 'Guasa cubana' (con la que injustamente se cebaron muchos en la calle). En coros, 'El Tío de la Tiza', de Pardo y Rivas, se encontró con el accidente de la cuerda de bajos, que cayó al suelo en mitad de la interpretación de una copla, y con el extravío de una letra, que les acarreó una penalización. Este coro quedó segundo por detrás de 'El habla de Cádiz', con el que La Salle Viña volvía a ganar siete años después, logro que no ha conseguido desde entonces. Completaron la final Migueles con 'Trinidad' y el coro mixto de San Fernando 'De cada gaditano'. Antonio Martín recuperaba con 'Los buscavidas' el '1' que no conseguía desde 1991 con 'Encajebolillos'. Le acompañaron en la final 'El vapor', de Martínez Ares, que dedicó esa noche un pasodoble a Martín, como pregonero de 1997, en el que presentaban bandera blanca después de tantos piques, 'La botica'de Tino Tovar en su primer gran noche y 'Dando leña'' de Joaquín Quiñones y Pepito Martínez. Ganó en cuartetos 'Ser o no ser', de El Gómez, con Caracol, Matos y Padilla, seguido de 'Los auténticos micromachines'de José Manuel Valdés y 'Cuarteto local' de Vera Luque, en su primer final.

El pregón de Antonio Martín fue todo un derroche de gaditanismo, de los más recordados. Le acompañaron su comparsa y el coro viñero, además de Rocío Jurado, Antonio Burgos, Jesús Quintero o Miguel Durán, entre otros famosos. Silvia Gajete fue la Diosa.