DESPUÉS de algunos años en el que la lluvia hizo acto de presencia en nuestros carnavales, no dejando que se disfrutara de ellos a tope, este año se han cambiado las tornas y estamos disfrutando de una magnifica semana de carnaval, que se completara con este sábado y mañana domingo donde todo indica que el tiempo seguirá igual.

Esto ha hecho que todos, aficionados, visitantes y agrupaciones tanto callejeras como oficiales salieran a la calle para disfrutar con sus repertorios. Y la verdad que ha sido toda una explosión, por todos los rincones del casco antiguo, por sus plazas, sus esquinas, sus calles, sus tablaos se han podido ver, escuchar afortunadamente toda clase de agrupaciones. Por fin han entendido las oficiales no sólo se disfruta del concurso, sino que para la gran mayoría de ellas, la calle, nuestra bendita calle les espera con los brazos abiertos, para darles a veces el cariño que no han recibido en el concurso y otras veces las pocas, porque son pocas las ganadoras, para refrendarles su triunfo en la calle.

Hubo un tiempo afortunadamente lejano, donde las agrupaciones salían buscando un bache donde cantar a cambio de unas miserables pesetas, con el tiempo eso fue sustituyéndose por contratos en restaurantes, salas de fiestas, tanto dentro como fuera de la ciudad, y apenas si se veían agrupaciones, creo que debido a ello surge la mal llamada charanga familiar, chirigota callejera, etc., que empezó a cubrir el espacio que dejaban las agrupaciones oficiales.

Pero sin duda esta eclosión en la calle de las agrupaciones oficiales surge hace ya 30 años con esa mítica chirigota de LOS CRUZADOS MÁGICOS del Gómez y los hermanos Rosado que a pesar del gran éxito cosechado, desechando contratos, se tiró a la calle rodeados de sus mujeres e hijos para hacernos disfrutar, ese germen prendió más adelante en muchísimas agrupaciones hasta llegar a la actualidad donde prácticamente todas salen buscando sólo el aplauso y el pasar un buen ratito con todos.

Me cuentan porque no tuve la fortuna de poder verlos, que el pasado lunes en el tablao de San Agustín se produjo un hecho hasta ahora insólito los dos primeros premios de chirigotas, dos de los grupos o quizás los dos grupos mas laureados de su modalidad, compartieron a cambio sólo de aplausos con los aficionados un memorable mano a mano, donde si entusiasmaba el Selu con su Pepi, no era menos el entusiasmo que levantaba el Love con sus puretas.

En definitiva, que de esto se trata de dejar a un lado el concurso que siendo el acto más importante tanto en tiempo como en calidad de nuestro Carnaval, afortunadamente sólo es eso una competición donde todos queremos ganar pero que cada año sólo lo pueden hacer cuatro, y volcarnos con la calle, esa calle que tantas satisfacciones nos da y a la que desde ya estoy echando de menos, hasta el año que viene. LEJAIM