Cádiz CF

La vida sigue igual a la contra

  • El conjunto amarillo. liderado por Salvi, arranca la temporada con una valiosa victoria basada en el mismo sistema exitoso del curso anterior

Marcos Mauro trata de cerrarle el paso a Jona con Álex Fernández atento a la acción.

Marcos Mauro trata de cerrarle el paso a Jona con Álex Fernández atento a la acción. / o barrinuevo

Stefanovic hfernández h joao Afonso H

Jona, 39' H

Josema H

Pinillos l

Edu Ramos H

Aguza H

Javi Lara H

Jaime Romero l

Javi Galán, 60' H

Alfaro l

Markovic, 70 s.c.

Sergi Guardiola l

Cifuentes HHH

Carpio HH

Marcos Mauro HH

Servando HH

Lucas Bijker HH

Garrido HH

José Mari HH

Abdullah, 36' H

Salvi HHH

Álex Fdez., 51' H

Aitor HH

R. Correa, 77 s.c.

Álvaro García HH

Barral HH

El Cádiz empezó la temporada con el mismo método que tanto éxito le dio en la anterior. Concedió la posesión del esférico a su oponente, se afanó en cerrar espacios en su parcela y golpeó sin piedad al contragolpe, sin duda su mejor arma. El estilo no cambia y tampoco el resultado. Con ese ADN inconfundible, el conjunto amarillo se impuso (1-2) al Córdoba a domicilio apoyado en su solidez y en una primera parte demoledora, con un oportuno gol en el primer minuto de Barral y otro de Álvaro García antes del intermedio, los dos servidos por un excelso Salvi, una pura sangre desbocado que además centró como los ángeles.

Álvaro Cervera tiró del bloque de la pasada temporada y de los futbolistas fichados este verano sólo tres se estrenaron en el once inicial: Marcos Mauro, Lucas Bijker y David Barral. En la medular y en las bandas, caras conocidas, y también en el centro del ataque, donde se ubicó Álvaro García como segundo punta para intentar romper con su habitual rapidez.

El entrenador se apoyó en los hombres que ya acumulan kilómetros como cadistas y la apuesta salió ganadora ante un rival que comparecía después de haber ganado todos sus partidos de preparación. Todo lo contrario que un Cádiz que llegaba con dudas al arranque liguero tras una pretemporada irregular en la que había coleccionado errores en todas las líneas. LLevaba sin ver puerta tres partidos seguidos pero en menos de un minuto sobre el césped del Nuevo Arcángel los amarillos rompieron el maleficio con el gol. Salvi, como si fuera un caballo en plena carrera en la playa de Sanlúcar, desbordó con velocidad a su par por la banda derecha, llegó a la línea de fondo y sirvió al interior del área para que Barral, en su primer remate oficial como cadista colocara el 0-1 con un derechazo cruzado que hizo inútil la estirada de Stefanovic.

El Cádiz celebraba el inicio de la Liga de la mejor manera posible. No se había cumplido un minuto desde el pitido inicial cuando a los 40 segundos sorprendía con un gol marca de la casa que hicieron recordar muchos del año pasado.

El 0-1 despertó a los los locales, decididos a buscar el empate, y obligó a los gaditanos a ponerse el mono de trabajo en labores defensivas. Entre Cifuentes y la zaga abortaron varios centros y Javi Lara avisó con un libre directo que se escapó por encima del larguero.

El tiempo corrió desde el principio a favor de los visitantes, ordenados con un 4-4-2 que desprendió solidez. Apenas pisaban el área los amarillos salvo en acciones a balón parado, como el disparo de Álvaro García en el 21 que atrapó el portero sin dificultades.

El dominio de los verdiblancos aumentó con el paso de los minutos y en el 24 apareció Sergi Guardiola -autor de seis tantos en la pretemporada- con un zapatazo que desvió la zaga. No sufrió en exceso el Cádiz aunque no dejaron de intentarlo los anfitriones como en el 28 Javi Lara con un tiro raso que acabó en las manos de Cifuentes.

Los amarillos dieron prioridad a la defensa del gol del primer minuto, convertido en un tesoro, pero no renunciaron a su seña de identidad y golpearon sin piedad a la contra liderado por un Salvi en modo Usain Bolt. En el 29, el sanluqueño volvió a reventar a la defensa por velocidad y su servicio en bandeja a Aitor lo despejó Joa Afonso cuando el onubense se disponía a marcar a placer. Cuatro minutos después se repitió la historia con un desenlace feliz. Barral conectó de cabeza con Salvi, que irrumpió por la derecha como una pesadilla para la defensa y dio el pase de la muerte para que Álvaro García empujara el esférico a puerta vacía y pusiera el 0-2.

El Cádiz se creció tanto ante un rival noqueado que rozó el tercero antes del descanso con un par de aproximaciones peligrosas al área. La mala noticia fue la lesión de José Mari, que tuvo que ser sustituido en el 36 por Abdullah por molestias en un tobillo. Los locales persistieron antes del intermedio, ya con el ex cadista sobre el césped y con una defensa de tres. Cifuentes evitó el gol en un cabezazo tras un saque de esquina e hizo posible que el conjunto de Cervera se marchase al vestuario con una magnífica renta, aunque no definitiva.

Una vez más emergió la figura de Cifuentes en el arranque de la segunda mitad con un paradón a testarazo de Alfaro. Poco antes había perdido el Cádiz a Salvi, su principal baluarte ofensivo, indispuesto quizás por un golpe de calor. Álex Fernández debutó de manera oficial para formar un trivote en la medular aunque algo más adelantado. Aitor pasó a la banda derecha y Álvaro García se traslado a la izquierda.

Los locales se lanzaron arriba a la desesperada frente a un equipo amarillo decidido a aliarse con el reloj a falta de una contra con la que finiquitar la contienda. Se guarecieron los visitantes en su terreno porque la misión consistía en tapar espacios para destruir las intentonas de un Córdoba que nunca se resignó. El Cádiz, amurallado en los límites de su propia área, apretó los dientes y capeó el temporal no sin sufrimiento, aunque en los momentos delicados Cifuentes sostuvo al equipo, como la mano salvadora que sacó en el minuto 74 tras un cabezazo de Guardiola. Tan decisivo fue Salvi arriba como el cancerbero como eficaz guardián de la portería.

Cervera propició el estreno de Rober Correa en lugar de Aitor con un cuarto de hora por delante en una clara apuesta por conservar el resultado. El Cádiz se borró en ataque en la segunda parte, aunque no le hizo falta buscar la portería contraria porque extrajo máxima rentabilidad a su ventaja de dos goles. El tanto de Markovic con el tiempo ya vencido quedó en una mera anécdota.

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