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Con un ritmo adecuado

  • El equipo entrenado por Álvaro Cervera acumularía 27 puntos más si fuese capaz de mantener en las 17 jornadas restantes el promedio de producción mostrado hasta ahora

Rubén Cruz controla el balón con el pecho delante de Borja Fernández en el choque contra el Almería.

Rubén Cruz controla el balón con el pecho delante de Borja Fernández en el choque contra el Almería. / joaquín pino

El golpe que supone la derrota (3-2) sufrida el pasado sábado en la visita al Coliseum Alfonso Pérez de Getafe, por más dolorosa que haya sido -llegó a través de un penalti que dejó un rastro de dudas en la última acción del partido, en el minuto 93-, no desvía un solo milímetro el itinerario que recorre el Cádiz en busca de la permanencia en la categoría -es el objetivo prioritario, cercano a quedarse obsoleto- sin renunciar a cotas mucho más ambiciosas si es capaz, en las siguientes semanas, de mantener el motor al mismo nivel de potencia que hasta ahora.

Los 40 puntos que el conjunto amarillo ya guarda como un tesoro en su amplia mochila, transcurrido el ecuador del campeonato de Liga -25 jornadas ya tachadas del calendario- conceden un pequeño margen de error en el presente y conservan intacta la esperanza de completar una gran temporada en una competición en la que ya es considerado como equipo revelación en su condición de recién ascendido. No es fácil ingresar en la Liga de Fútbol Profesional, con uno de los topes salariales más bajos de Segunda A, y agarrarse con fuerza a los escalones superiores de la tabla clasificatoria.

Los gaditanos, inquilinos del tercer puesto pese al inmerecido varapalo padecido en territorio madrileño -acumulan ya cuatro semanas en esa posición de altura-, dependen de sí mismos para continuar instalados en la zona noble de la clasificación, en la que residen desde hace dos meses y medio por méritos propios. Nadie les ha regalado nada en una senda plagada de obstáculos: sanciones, lesiones, decisiones arbitrales...

Basta con prolongar la proyección de puntos establecida hasta la fecha para no salir despedido de las plazas de privilegio. El Cádiz suma una media de 1,6 puntos por jornada, resultantes de la división de los 40 amarrados entre el número de partidos disputados. Si extiende ese promedio a los 17 capítulos que aún están por escribir hasta mediados del próximo mes de junio, adquiriría 27 puntos más (1,6 por 17) que le llevaría hasta la nada despreciable cantidad de 67, cantidad que a priori debería ser suficiente para cruzar el umbral de la puerta de la promoción de ascenso. Sería un exitazo.

No es fácil obtener 27 de los 51 puntos que restan por dilucidar en la recta final, cuando todos los rivales están inmersos en la dura batalla por cumplir sus respectivos objetivos.

La clave está en no alejarse de la regularidad que tanto costó alcanzar después de un arranque dubitativo. Ganar siempre que sea factible y cuando no lo sea al menos sumar a base de igualadas. Punto a punto se llega a la meta.

Las perspectivas no son nada malas. De hecho, en las cuatro jornadas iniciales de la segunda vuelta el equipo amarillo ha ganado siete puntos, dos más que en el mismo número de partidos en el arranque de la primera. El Cádiz empezó la campaña de su vuelta a la división de plata con cinco puntos de 12 posibles, mientras que en el sprint de salida de la segunda experimenta una ligera mejoría que entra dentro de los parámetros de la lógica. A los gaditanos les costó adaptarse y al principio la cosecha de puntos fue escasa. La explosión llegó después. Más difícil será mejorar el tramo final de la primera vuelta pero ahora, más que nunca, se impone la máxima de ir paso a paso porque llegan curvas. Primero el Reus en casa y después dos visitas consecutivas a Soria, contra el Numancia, y Oviedo.

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