Cádiz CF

Un protocolo de armas tomar

  • La Real Federación Española emite una circular para las dos últimas jornadas de Liga, en la que muestra gran celo en las instrucciones para la organización y celebración de los partidos

Un cuarteto arbitral saluda a los jugadores antes del comienzo de un encuentro.

Un cuarteto arbitral saluda a los jugadores antes del comienzo de un encuentro.

Las dos últimas jornadas de Liga en la categoría de plata del fútbol español, y posiblemente en cualquier rincón del mundo, son temibles por los aspectos extradeportivos que terminan influyendo en el normal desarrollo de la competición. Cualquier detalle que a simple vista parece secundario, al final provoca un retraso en el inicio o un parón en mitad del encuentro. El otro fútbol suele aparecer cuando los puntos finales en juego tienen un significado tan notorio y los conjuntos echan mano de la picaresca para 'mover' los partidos a su antojo.

Por este motivo la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha dado a conocer un protocolo muy exigente para los encuentros de las dos semanas finales de competición en LaLiga 1|2|3. El ente federativo trata de cuidar al máximo que los partidos se desarrollen con absoluta normalidad y que nada ni nadie provoque alguna variación sobre lo inicialmente previsto. Todos los clubes, colegiados e informadores arbitrales tienen en su poder una circular con las instrucciones de protocolo a seguir en las dos últimas jornadas.

Para empezar, los delegados-informadores de los encuentros están obligados a pernoctar en el destino y en el hotel en el que se encuentre hospedado el equipo arbitral, salvo en los casos en los que residan en la localidad en la que se dispute el partido. El día del encuentro, pero por la mañana, el informador, los árbitros, los delegados de los clubes y el coordinador de seguridad tendrán que visitar juntos las instalaciones en las que se juega el partido, a fin de subsanar las deficiencias que pudieran existir, para lo que efectuarán una exhaustiva revisión del recinto.

En materia de seguridad, el protocolo recoge que será obligado advertir con antelación el lugar en el que se ubicarán los integrantes de la afición visitante, así como establecer, con tiempo suficiente, la apertura de puertas y la puesta en marcha del control de acceso. En este punto, el escrito es contundente para que se extremen las medidas para que no accedan animales al campo que puedan ser arrojados al césped con el fin de parar el partido. De igual modo, a los organizadores del choque se les forzará a disponer de una brigada de personal con el objeto de retirar, si la situación lo requiriese y en el menor tiempo posible, aquellos objetos que hubiesen sido lanzados al césped y que obligaran a detener el juego.

La circular hace especial hincapié en la puntualidad de los encuentros al principio y en la segunda parte. Y sorprende la exigencia de que el domingo, en el hotel donde estén alojados, almuercen juntos el delegado-informador y el equipo arbitral, quienes posteriormente se desplazarán juntos al campo escoltados por las Fuerzas del Orden.

El plan protocolario lanzado por los dirigentes federativos incide en la puntualidad del arranque de las dos jornadas -a las 20:30 horas el domingo-, la prohibición de utilizar marcadores simultáneos ya sean electrónicos o de cualquier otra naturaleza y de poner en funcionamiento los relojes del recinto en el que se celebre el encuentro. Para acabar, recuerda la imposibilidad de llevar a cabo cualquier acto protocolario que pueda dificultar al inicio del duelo a la hora fijada.

La RFEF lanza esta circular con el objetivo de advertir a todas las partes implicadas en la organización y celebración del partido, a fin de evitar que nada ni nadie perturbe el normal desarrollo de las transcendentales dos últimas jornadas.

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