La prueba más palpable de la buena temporada que está realizando el Cádiz es que, además de certificar en marzo el objetivo prioritario de la permanencia -en las mismas fechas que la pasada campaña-, con casi tres meses de competición todavía por delante, ya encadena una veintena de jornadas de residencia en la planta noble de la clasificación -sin contar los seis capítulos iniciales del campeonato, que suelen ser considerados de tanteo, cuando también estuvo arriba y llegó a ser líder una semana tras el cuarto partido-. Llegó a las 20 el pasado fin de semana pese a la decepción que supuso una derrota en el campo del Reus que no desprendió sensaciones positivas, le impidió sumar y además le llevó a descender un escalón.

No es nada fácil estar tanto tiempo entre los más fuertes, y menos en un torneo caracterizado por la igualdad. El quinto puesto que ahora ocupa es el más bajo desde que se aupó a la sala vip a finales de noviembre, cuando se impuso (1-0) al Real Valladolid en el Carranza. Casi cinco meses después del acceso a las plazas de privilegio, el conjunto amarillo vive su momento más delicado que incluso pone en peligro su continuidad en lugar por el que suspiran todos los equipos. Hasta una docena está metido de lleno en la dura pelea por el ascenso a Primera División.

El recorrido de los gaditanos desde que cruzaron la puerta de la zona vip en la 16ª jornada de Liga es de ocho seguidas en el segundo peldaño -entre el 19º y el 26º episodio-, cinco semanas en el tercero -capítulos 17º, 18º, 27º, 30º y 31º-, seis en el cuarto -jornadas 16ª, 28ª, 29ª, 32ª, 33ª y 34ª- y una, la de ahora -la 35ª-, en el quinto.

La tendencia es a la baja en los últimos tiempos, como demuestra su paulatina caída a la que quiere poner fin. Después de más de media temporada colocado por méritos propios entre los seis primeros, el próximo fin de semana puede dejar de ser inquilino de alguno de esos puestos si pierde en casa contra el Sporting de Gijón. La derrota sería un mazazo.

Un varapalo frente al poderoso líder dejaría en manos de sus rivales directos la continuidad en la zona noble. En caso de perder el domingo, se quedaría con 57 puntos y podría ser rebasado por el Real Oviedo -sexto con 56- si se impone al Valladolid en el Carlos Tartiere, y también por el Real Zaragoza -séptimo con 55- si vence al Almería en La Romareda. En ese caso, el Cádiz caería a esa séptima plaza, fuera del play-off, y confirmaría su línea descendente en pleno sprint final de curso.

Un empate frente al rival más fuerte al menos aseguraría la estancia de los amarillos entre los seis primeros una jornada más con 58 puntos, aunque podrían caer al sexto cajón en caso de triunfo de los carbayones, que llegarían a los 59. Si además ganasen los maños, éstos alcanzarían los 58 pero seguirían por debajo de los gaditanos.

La mejor manera de transitar con cierta tranquilidad es lograr un triunfo que además abriría la posibilidad de marcar distancias con los perseguidores que no sumen los tres puntos. La Liga promete emociones fuertes hasta el final.