El Osasuna es un club que está acostumbrado a tener que pelear con las inclemencias meteorológicas que en su caso, en muchas ocasiones, llega en forma de nieve. Es lo que sucedió ayer, cuando el estadio El Sadar amaneció cubierto por una notoria capa blanca. Lo mismo pasó en las instalaciones deportivas de Tajonar, por lo que el equipo rojillo cambió de planes en cuanto al trabajo previsto ayer.

Tanta era la seguridad de la nevada, que el equipo navarro había programado una sesión de entrenamiento alternativa en un complejo deportivo que cuenta con un campo de fútbol indoor de hiera artificial. La realidad es que la nevada alcanzó tal magnitud que al final equipo se refugió bajo techo y recurrió al gimnasio.

El temporal de frío que azotó Pamplona en la noche del martes hizo que fuera imposible que la plantilla pudiera realizar el traslado en coche para ejercitarse. Esto provocó que el entreno matinal fuera suspendido y que Diego Martínez convocara a sus jugadores para tratar de entrenar por la tarde. Esa sesión se llevó a cabo en el gimnasio porque el entrenador no quiso exponer a sus pupilos a salir al nevado terreno de juego de Tajonar, ya que sabía que podía producirse algún problema físico al trabajar en esas condiciones tan adversas. El Cádiz espera en dos días y Martínez prefiere aferrarse a lo de riesgo cero.

La aparición de la nieve ha ido más allá en la entidad navarra porque también se llevó por delante ayer la celebración de un acto institucional. Se trata del acuerdo de patrocinio entre el club y Euskaltel, por el cual la compañía de telecomunicaciones vasca se convierte en el principal patrocinador del Osasuna. Estaba anunciada la presentación de la camiseta con el logo en el pecho que comenzarán a lucir los jugadores a partir de este sábado contra el Cádiz. Sin embargo, el representante de Euskaltel no tuvo manera de desplazarse a Pamplona, procedente de Bilbao, y se acordó posponer el acto.

El Osasuna estará desde hoy pendiente del cielo, ya que el manto blanco que ayer cubría El Sadar recuerda dos episodios similares ya vividos en la presente temporada. No obstante, el choque contra el Cádiz no corre peligro porque, en un principio, está previsto que suban las temperaturas en las próximas horas. El Osasuna ya ha visto cómo dos de sus partidos como local en la presente Liga fueron suspendidos o aplazados por culpa de la nieve. El primero fue ante el Nástic, en diciembre, y el segundo frente al Valladolid. Un mes y medio después se recuperó el duelo contra el equipo de Tarragona, mientras que contra los pucelanos se jugó 24 horas después.