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Lo mejor está por llegar

  • El equipo amarillo sale indemne de sus dos enfrentamientos seguidos contra potentes rivales directos y ahora debe volver al camino del triunfo para dar un paso más en la puja por el ascenso

Eugeni persigue el esférico en presencia de Fran Beltrán en un acción del encuentro contra el Rayo.

Eugeni persigue el esférico en presencia de Fran Beltrán en un acción del encuentro contra el Rayo.

Los dos partidos consecutivos contra rivales directos que marchan por delante en la clasificación que iban a calibrar las posibilidades del Cádiz en la contienda por el ascenso a Primera División dejan las cosas como estaban, es decir, con el equipo de Álvaro Cervera metido de lleno en la pomada pese a que en las 12 jornadas de la segunda vuelta suma menos puntos -17- de los que se deja en el camino -19-.

El conjunto amarillo no venció ni al Huesca ni al Rayo Vallecano, pero tampoco perdió, compitió con todos sus argumentos contra dos de los contrincantes más fuertes, frente a los que empató 1-1, y mantiene vivas sus opciones de subir tal y como refleja su privilegiada situación en la tabla. La ilusión continúa en un punto óptimo. Está a sólo dos puntos de oscenses -con un encuentro menos-, madrileños y el emergente Sporting de Gijón, el equipo más entonado de la segunda vuelta -se ha embolsado 28 puntos de los 38 disputados- y uno de los principales candidatos a la gloria. La cita entre gaditanos y asturianos en el estadio Carranza el próximo día se prevé apasionante.

El Cádiz demostró en las últimas dos citas de envergadura que está en condiciones de competir por el premio gordo aunque hay adversarios que parecen que llegar en mejor momento a la recta definitiva del campeonato. Afronta las últimas nueve jornadas con todo por resolver y sin depender nada más que de sí mismo. Otra cuestión es si es capaz de resistir el sprint más exigente. Las matemáticas dicen que sí aunque está por ver si la lucha constante es suficiente para agarrar una de las tres plazas más codiciadas -dos directas y la otra a través del play-off-.

Cervera pasó de repetir la alineación tres partidos seguidos a presentar en Vallecas un once que era imposible adivinar. Jugó sus cartas y le salió bien. Los futbolistas cumplieron la misión que tenían encomendada, que no era otra que neutralizar el caudal ofensivo de un Rayo que se había mostrado intratable en su feudo en los últimos tiempos. Los locales apenas tuvieron espacios y cuando cobraron ventaja con el golazo de Trejo se encontraron con la réplica del Cádiz, que recuperó el equilibrio en el marcador antes del descanso con el oportuno tanto de David Barral.

Si los amarillos no perdieron comba en la tabla en los dos compromisos más recientes fue gracias a su capacidad de reacción. El rasgo distintivo de este equipo es que no se rinde nunca y cuando más cuesta arañar puntos más aprieta los dientes. Si en algo ha evolucionado es en saber responder cuando se ve por debajo. Lo que no lograba antes si lo consigue ahora. Si el Huesca marca, el Cádiz devuelve el golpe. Si el Rayo inaugura el luminoso, los gaditanos se rearman y no tardan en igualar el choque. Y así se pegan como una lapa a los primeros clasificados. A estas alturas de la pasada temporada, el Levante era virtualmente un equipo de Primera y el Girona tenía el ascenso directo más que encarrilado. Ahora nadie es poseedor del pasaporte y el Cádiz opta a uno de ellos con la misma humildad que ambición, con sus limitaciones, sobre todo en ataque, y sus cualidades, en especial en el entramado defensivo.

La buena noticia para los jugadores de Cervera es que después haber superado los envites contra dos huesos duros, de haber sumado sólo dos puntos, conserva los cinco de margen sobre el séptimo. La distancia ni mucho menos es definitiva, pero si es un colchón que da cierta tranquilidad a la espera de las victorias. En la 33ª jornada de la campaña 2016/17, la ventaja del Cádiz -entonces quinto- respecto al séptimo -el Huesca- era sólo de dos puntos. El panorama actual abre una ventana a la esperanza, aunque esta temporada el enredo es mayor al haber más equipos que pujan por el ascenso.

Las sucesivas equis contra el Huesca y el Rayo Vallecano adquirirán mayor valor si quedan refrendadas con victorias en las siguientes citas. Para dar el salto a Primera no hay otro camino que conjugar el verbo ganar. La cita del viernes en casa contra el Almería cobra especial relevancia. Un triunfo no sólo asentará a los gaditanos en la zona noble, sino que además le dará la posibilidad de acceder a la segunda posición si fallan los rivales que van por delante.

Si por el contrario no consigue doblegar a un adversario de la parte baja que lucha por la permanencia, se complicará la vida en la pelea por el objetivo. Llega la hora de dar un paso más. De sumar de uno en uno toca avanzar de tres en tres sin olvidar la dificultad.

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