cádiz cf

La hora del 'sorpasso'

  • Los amarillos tienen una ocasión de oro de arrebatar una plaza de ascenso directo al Huesca, que pisará el Carranza en su peor momento arrastrado por cinco jornadas seguidas sin ganar

Salvi (i), Rober Correa y Garrido rodean a un contrario durante el reciente encuentro contra la Cultural Leonesa.

Salvi (i), Rober Correa y Garrido rodean a un contrario durante el reciente encuentro contra la Cultural Leonesa.

El Cádiz se encuentra con una ocasión inesperada de auparse a una plaza de ascenso directo a Primera División. Marzo no sólo es el mes de la permanencia, ya asegurada, puede ser también el de la vuelta al lugar paradisiaco con el que sueñan todos los equipos. A día de hoy aspira a lo máximo -incluso al liderato- y lo mejor es que está en sus manos, con esperanzadoras sensaciones de solidez -dos victorias seguidas contra el Sevilla y el Atlético y la Cultural Leonesa- y la autoestima en su pico más elevado justo cuando ahora irrumpe la parte más difícil. No tiene que esperar los resultados que se den en otros campos para mirar a lo más alto. Si a estas alturas de la pasada temporada a lo más que podía llegar era a pelear por el tercer puesto, que no era poco en su luminoso retorno a Segunda A, ahora se halla a sólo tres puntos de la cima. Todo es posible sin olvidar que la misión es harto complicada porque los clubes con mayor potencial toman posiciones y aprietan de lo lindo. El sprint sostenido de las once jornadas restantes dictará sentencia en una competición de rebosante equilibrio que promete emociones hasta el final.

La derrota (0-2) del Huesca frente al Sporting de Gijón deja en manos de los amarillos la posibilidad de escalar del tercer al segundo puesto en la siguiente jornada del torneo doméstico, la 32ª, si el próximo lunes es capaz de vencer a la escuadra oscense, a la que arrebataría esa posición de privilegio.

El equipo de Cervera arrebatará al Huesca el segundo puesto con un triunfo por la mínimaLos oscenses ya no son líderes después de 17 jornadas al frente de la clasificación

El partido adquiere un rango de relevancia impensable hace escasas fechas. Ese atractivo envite fijado el Lunes Santo -a partir de las nueve de la noche- se convierte en una auténtica final por el ascenso directo. No será definitiva en la resolución del campeonato -después quedan diez jornadas-, pero sí indicativa del estado de dos contrincantes metidos en la misma batalla. El que gane saldrá fortalecido.

El Cádiz encara la que quizás sea una de las últimas oportunidades de dar caza al equipo revelación de LaLiga 1|2|3. Lo capturará si gana en el estadio Ramón de Carranza, no seguirá lejos de su estela si el duelo se salda con un empate y casi lo perderá de vista si se queda sin sumar. Es un escaparate para demostrar que está preparado para la contienda por el reto más ambicioso. Para dar el salto a una división superior, los gaditanos están obligados a batir a los rivales directos.

El cuadro norteño llegará al Carranza ubicado en el segundo escalón con 57 puntos por los 54 que atesoran los amarillos, a los que les bastaría con un triunfo por la mínima para superar en la tabla a un adversario que atraviesa su peor etapa de la campaña.

En el choque de la primera vuelta, el Huesca se impuso 1-0 a los gaditanos, que aún no se habían levantado de una dinámica negativa que les había conducido a la parte baja de la clasificación antes de la fulgurante reacción. Si en el envite de la segunda vuelta vence por un tanto de diferencia el equipo de Álvaro Cervera, los dos compartirían la cifra de 57 puntos y además el goal average particular quedaría igualado, por lo que sería necesario recurrir al balance general de goles para determinar en enclave de cada uno en un lugar en la clasificación. Ese caso favorecería al Cádiz, que con un triunfo ajustado se colocaría con un saldo positivo de 16, mientras que el cuadro oscense se quedaría con 15. Los amarillos quitarían la segunda posición a su rival por un solo gol, toda una señal de la igualad que impera en la categoría de plata.

El bajón sufrido por los aragoneses en las últimas semanas abre la puerta de par en par a un Cádiz que depende de sí mismo para volver a la segunda plaza, que ya ocupó meses atrás durante ocho jornadas seguidas -desde la 19ª hasta la 26ª- como reflejo de una excelente trayectoria marcada por siete victorias seguidas y once semanas continuadas sin perder. La diferencia es que si ahora recupera ese sitio de lujo sería a falta de sólo diez citas para el epílogo de la Liga.

El Huesca sufre de largo su peor racha de la temporada al arrastrar cinco partidos consecutivos -los más recientes- sin emplear el verbo ganar en los que sólo ha sumado dos puntos -tres derrotas y un par de empates-. Su frenazo no ofrece discusión. Se ha dejado 13 puntos en el camino en un momento importante y la consecuencia inmediata es que el equipo entrenado por Francesc Ferrer 'Rubi' pasa de disfrutar de un cómodo liderato a desinflarse con la misma rapidez que un globo que pierde aire. Llegó a tener ocho puntos de ventaja sobre el Cádiz -en las jornadas 25ª, 26ª, 27ª y 29ª- y ahora, tras ser despojado del trono por el Rayo Vallecano -los madrileños también con 57 puntos-, la distancia se queda en sólo tres. La escuadra del Alto Aragón ha estado más de media campaña en la cima, líder durante 17 jornadas de manera ininterrumpida -desde la 14ª hasta la 30ª- pero ahora ofrece síntomas de fragilidad justo antes de pisar el césped del Carranza. El cambio es radical, como del día a la noche. Pasa de encadenar cinco victorias con las que parecía intratable a enlazar de pronto, como si estuvieran fuera del guión, cinco compromisos sin dar con la tecla.

Ningún equipo se libra de una mala racha y ahora le toca al conjunto azulgrana, que se queda sin margen de error aunque no pierde su condición de candidato al ascenso. Todavía puede hacer historia si consigue derribar por primera vez la puerta de la Primera División.

En el último mes se estrelló contra tres rivales directos: cayó en el terreno del Real Valladolid (3-2), cedió en el campo del Rayo Vallecano (3-0) y la noche del pasado lunes perdió ante el Sporting (0-2) en la que fue su primera derrota en casa -era el único equipo que aún no había caído como local-. El Huesca cotiza a la baja en las últimas semanas pero no deja de ser un adversario peligroso, con sus opciones intactas y con futbolistas desequilibrantes como el centrocampista Gonzalo Melero y el atacante Cucho Hernández, este último ya recuperado de una lesión. Es un equipo potente que combina calidad y despligue físico.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios