La historia juega a favor del Cádiz. No hay la más mínima duda porque así lo revelan los números. Los distintos recorridos del equipo amarillo por la Liga de 22 equipos en Segunda División A reflejan que el objetivo de la permanencia, salvo hundimiento inesperado en la segunda vuelta, está más que cocinado aunque aún falta la confirmación definitiva. Es más, con los 33 puntos que el Cádiz atesora en la actualidad, ocupante de la cuarta posición, es más factible que se desenvuelva en la parte de arriba que en la zona trasera de la clasificación. Depende del rendimiento de los hombres de Álvaro Cervera en el periodo más importante, en el que todos los clubes ponen en juego sus objetivos y la competición se vuelve más complicada.

En anteriores campañas como militante de la categoría de plata, cada vez que el Cádiz concluyó la rueda inicial del campeonato en poisiciones elevadas logró acabar el curso entre los mejores.

En la 2006/07, con Jose González en el banquillo -sustituyó a Oli después de la undécima jornada- los gaditanos sumaban 32 puntos en el séptimo peldaño en el ecuador de un torneo de la regularidad que completaron con un total de 61 en el quinto puesto tras acumular 29 en la segunda vuelta.

Más exitoso resultó el curso 2004/05 de la mano de Víctor Espárrago. El Cádiz disfrutaba de la segunda posición con 40 puntos tras 21 jornadas y los 36 que se embolsó en el tramo restante le valieron llegar hasta los 76, quedar campeón y subir a Primera por la puerta grande en el último ascenso a la élite conseguido hasta la fecha.

La temporada 2003/04, la del regreso a Segunda A después de nueve interminables años de atasco en el pozo de la división de bronce, se saldó con un recorrido muy positivo que ofrece varios paralelismos con la 2016/17. Además de tener en común la vuelta a la categoría de plata, en ambos casos el equipo clausuró la primera vuelta en una meritoria cuarta plaza, llevaban casi la misma cantidad de puntos (34 entonces y uno menos ahora) y el balance goleador era parecido: un saldo positivo de ocho con 28 a favor y 20 en contra frente al actual bagaje de nueve con 30 marcados y 21 recibidos. De nuevo con Jose González como entrenador -logró sacar al Cádiz de Segunda B-, los amarillos acabaron aquella campaña 2003/04 en el séptimo peldaño tras sumar 27 puntos en la segunda vuelta y presentar una cuenta definitiva de 61.

Cuando el equipo se movió en la zona baja a mitad de curso el desenlace fue el peor posible. En el ejercicio 2009/10, el Cádiz acreditaba 23 puntos y ocupaba el 19 puesto mediada la campaña, con el que se quedó tras la última jornada de Liga que no se le sirvió para salvarse pese a los 27 puntos que obtuvo en la segunda vuelta. Es el último descenso a las tinieblas de la Segunda B que no pudo evitar Víctor Espárrago tras relevar a Javi Gracia después de la 19ª jornada.

La andadura 2007/08 fue todavía más dramática. La de la venta fallida de Antonio Muñoz a Arturo Baldasano y del paso de cuatro entrenadores por el banquillo: Mariano García Remón, Antonio Calderón, Raúl Procopio y Julián Rubio. El Cádiz transitaba por la 14ª posición con 28 puntos a cierre de la primera vuelta. Le bastaba un máximo de 23 en la segunda para certificar la salvación pero sólo fue capaz de hacerse con 21 y la nave se fue a pique tras aquel dramático duelo contra el Hércules en Alicante. La de aquel curso fue la puntuación más baja del Cádiz en una segunda vuelta con una Liga de 22 clubes. Esos mismos 21 puntos le valdrían a los gaditanos en la actual campaña en las 21 jornadas restantes para amarrar la permanencia. En ese supuesto, llegarían a los 54 y nunca ha bajado ningún equipo con semejante cantidad.

Con los antecedentes del pasado reciente del Cádiz en Segunda A (todos del siglo XXI), el equipo amarillo tiene al alcance la continuidad en la división recuperada y algo más: meterse en la batalla por la promoción, en la que se halla ahora. Para ello debe realizar una segunda vuelta parecida a la primera. Difícil pero no imposible. Una vez que ha tenido enfrente a todos los adversarios, el conjunto de Cervera ha comprobado que nadie se come a nadie. El secreto está en la regularidad, y más todavía en una Liga tan extensa con nada menos que 42 episodios.