La disyuntiva entre si el Cádiz se encuentra prácticamente salvado en el ecuador de la competición o si todavía es demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo está a la orden del día, hasta haberse convertido en el pan nuestro de cada día de todos los corrillos futbolísticos de la provincia, en tema preferente de las diferentes tertulias, ya sean radiofónicas, televisivas o con la barra de un bar como típico escenario de las charlas balompédicas.

La presente información, consistente en un análisis histórico de las 19 temporadas anteriores en que la Segunda División A estuvo compuesta por 22 equipos, supone un aval de bastante peso para los defensores de la primera de las dos opciones explicadas, aquella que dar por atada la permanencia del equipo amarillo en la categoría de plata aunque la segunda vuelta no vaya a arrancar hasta este fin de semana.

La inesperada cantidad de 33 puntos atesorada por los pupilos de Álvaro Cervera durante la primera mitad del campeonato no es moco de pavo y esto queda archidemostrado, por si alguien se atrevía a ponerlo en duda, por el hecho de que jamás ningún equipo acabó entre los cuatro últimos, desde la temporada 1997/98, después de haber cerrado la primera vuelta con más de 30 puntos en su casillero. De los 76 conjuntos que ocuparon esas fatídicas plazas desde la ampliación a 22 de la actualmente denominada LaLiga 1|2|3, los que llevaban mejores registros en el ecuador de la competición poseían en ese momento 30 puntos, tres menos de los ya obtenidos por el Cádiz. Los dos equipos de marras fueron el Getafe en la campaña 1999/2000 y el Granada'74 en el ejercicio 2007/2008.

Los getafenses, entrenados de principio a fin por Santiago Martín Prado Pradito, iban novenos al final de la primera ronda pero luego se hundieron hasta la 19ª posición, con 48 puntos. En cualquier caso, la salvación llegó de rebote porque el descenso del Atlético de Madrid a Segunda A arrastró hasta la división de bronce a su segunda escuadra, el Atlético de Madrid B.

Los granadinos, herederos del Ciudad de Murcia tras haber vendido Quique Pina las acciones de esta sociedad deportiva a Carlos Marsá en junio de 2007, también marchaban novenos al finiquitarse la primera vuelta. Antonio Tapia era el técnico y la trayectoria empeoró hasta provocar su destitución en abril, pero no se dio con la solución y sí con los huesos en la categoría inferior al acabar 21º con 45 puntos.