El Cádiz se juega buena parte de sus posibilidades de ascenso a Primera División en el encuentro contra el Sporting de Gijón que se disputa el próximo domingo en casa -a partir de las seis de la tarde- en una cita que ha empezado a levantar expectación desde el primer día de la semana. El cadismo ya se moviliza consciente de que ahora más que nunca hay que animar a un equipo que destila ciertas dudas en los compromisos más recientes pero que aún está a tiempo de revertir la dinámica en busca de una hazaña.

Las 1.000 entradas, al precio de cinco euros cada una, que el club sacó a la venta en la mañana del lunes en una promoción especial dirigida a los abonados del Cádiz se agotaron en pocas horas en las taquillas del estadio Carranza. El papel de esa promoción voló en una demostración del interés que despierta el partido contra el líder, toda una prueba de fuego para el equipo de Álvaro Cervera, obligado a reaccionar después de cuatro jornadas consecutivas sin ganar en las que sólo ha sumado tres puntos de 12 posibles.

El día, la hora, la relevancia del choque y el millar de localidades con un precio económico, unidos a los cerca de 16.000 seguidores poseedores del carné de abonado, hacen pensar en una masiva afluencia de público en la primera de las siete finales que debe afrontar el conjunto amarillo en la recta definitiva del campeonato.

Un triunfo contra el rival más en forma de la Liga, además de tres puntos con los que asegurar una semana más la quinta posición como mínimo, recortaría distancias con la cabeza y otorgaría un plus de autoestima nada desdeñable de cara a los envites venideros. Después de recibir al Sporting, el Cádiz encarará dos visitas seguidas al Real Valladolid y el Albacete.

Las 1.000 entradas especiales se acabaron enseguida, pero continúan a la venta las localidades para el público en general, con tarifas de 30 euros en Preferencia Alta, 35 en Preferencia Baja, 40 en Tribuna Alta y 45 en Tribuna Baja.