No es plato de buen gusto tener que preparar el encuentro contra el Sporting de Gijón con la ausencia de Álex Fernández, que verá ese partido desde la grada como consecuencia de la sanción federativa que pesa sobre él. Álvaro Cervera tiene un problema serio porque su sello de equipo contempla casi insustituibles tanto a Álex como a Garrido. El uno sin el otro causa un dilema en la zona ancha y es la madre de todas las batallas para el técnico. Tiene que tomar una decisión que no es fácil, sobre todo cuando al candidato número uno a suplir al madrileño, Abdullah, le pegó un soberano repaso en la rueda de prensa del pasado jueves en cuanto a su implicación en el proyecto.

La entidad cadista albergaba alguna esperanza de que Álex Fernández no fuera finalmente sancionado porque prosperaran las alegaciones por su cartulina amarilla en Reus, pero el centrocampista cumple ciclo y está obligado a parar y no jugar la decisiva cita ante el Sporting de Gijón.

El dilema que tiene Álvaro Cervera es mayúsculo porque Álex es una pieza fija en su esquema que difícilmente disponga de un recambio de garantía. Sin el madrileño en la alineación, el técnico tendrá que elegir alguna alternativa que no le convence por el grado de implicación y compromiso, como puede ser el caso de Abdullah, o por un rendimiento que genera dudas, como puede pasar con Eugeni y Fausto Tienza.

La dificultad que entraña el equipo gijonés complica todavía más la elección de Cervera, ya que el doble pivote o el trivote tiene un peso específico grande dentro del dibujo táctico y su papel es clave en el buen trabajo defensivo de los amarillos y en las acciones de ataque.

Tres sesiones de entrenamiento le quedan al preparador cadista para probar las alternativas a la ausencia confirmada de Álex Fernández.

Abdullah, con 25 partidos de Liga a su espalda en la presente campaña, se presenta en un principio como la opción con mayor índice de lógica si se aparca las impresiones vertidas por Cervera contra este jugador. Esas palabras de la semana pasada son ahora mismo el principal enemigo para el entrenador y el propio futbolista. Además, el debate está abierto entre los que entienden que es el momento de recuperar al de Comores para que salga a relucir su mejor rendimiento, y entre los que piensan que lo adecuado sería situar a otro futbolista que, aunque presente menos prestaciones, sea capaz de cubrir la baja de Álex a base de tesón y entrega, dos conceptos que son prioritarios en el 'estilo Cervera'.

En esa segunda fila de candidatos se encuentra Fausto Tienza. El ex del Osasuna ha aparecido en tres citas ligueras (sólo una como titular) desde su llegada en enero, por lo que esos números demuestran que el preparador no muestra una confianza grande en sus posibilidades.

Los casos de Eugeni y Alberto Perea también aparecen en escena pero con la variante evidente de que se trata de dos hombres de corte ofensivo y poco dados al esfuerzo que exige el entrenador. Ninguno de ellos se parece al Álex Fernández que Álvaro Cervera ha logrado en el Cádiz tras una profunda transformación en la que correr, correr y correr, siempre es lo primero.