Cádiz CF

Sus días más gloriosos

  • Entre sus gestas, el primer ascenso cadista a Primera y, como técnico, la salvación de la 90/91

El nombre de Ramón Blanco quedó grabado con letras de oro en la singular historia del Cádiz hace tiempo, gracias a que con su presencia, ya fuera como jugador o como técnico, se produjeron algunas de las hazañas más inolvidables para la afición amarilla.

Como futbolista no tardó en lograr el gran éxito pues en su estreno como integrante de la plantilla del Cádiz contribuyó a que el conjunto entrenado por Enrique Mateos consiguiera, allá por la temporada 1976/77, su primer ascenso a la máxima categoría. Centrocampista de corte ofensivo que se dejaba la piel en el campo, Blanco fue alineado durante aquella campaña gloriosa en 31 ocasiones, marcando cinco goles. El broche se puso en la última jornada cuando, en un Ramón de Carranza rebosante de gente, se batió al Tarrasa por 2-0 y se dio el tan soñado salto. Aquel 5 de junio de 1977, fecha imborrable, fue suplente pero sustituyó a Villalba en el minuto 68. Su frase tras el encuentro lo dice todo: "Cuando me dijeron que jugara, creí que me desmayaba".

Para escoger su partido cumbre como entrenador del Cádiz resulta algo más complicado por la gran cantidad de gestas que adornan su palmarés, pero se lleva la palma la promoción de permanencia ganada al Málaga en la tanda de penaltis, el 19 de junio de 1991. Diario de Cádiz recogió sus declaraciones en sala de prensa en la página que aparece junto a estas líneas.

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