Hoy se cumple una vuelta del que ha sido hasta el momento el episodio más triste y desafortunado del Cádiz CF 2016-17. En el tramo final del partido contra el Numancia se produjo la todavía recordada agresión de Rafidine Abdullah sobre su compañero Álvaro García. El centrocampista se enfrentó al extremo tras una pérdida de balón suya y soltó la mano sobre el rostro de éste cuando ambos discutían por esa jugada. El equipo amarillo ganó el encuentro con un gol de Jon Ander Garrido en los instantes finales, pero la fea acción de Abdullah empañó una gran victoria.

Aquel triunfo será recordado por la acción antideportiva que tuvo como protagonistas a dos jugadores del equipo amarillo, Abdullah y Álvaro García. En el tramo final del encuentro contra la escuadra soriana, lo que empezó como un intercambio de palabras entre ambos acabó con las manos de por medio al golpear el centrocampista francés al extremo utrerano. Cuál no sería la dimensión que alcanzaron los hechos aquella noche en mitad del encuentro, que el consejero delegado, Quique Pina, bajó antes de que el árbitro decretara la conclusión y se le pudo ver al final llevándose a un lado a Abdullah mientras otros futbolistas hacían lo propio con Álvaro.

La acción resultó muy inquietante porque mientras esa discusión tomaba forma y los dos jugadores se acercaban uno a otro con intenciones poco amistosas, el partido seguía con un robo de balón del equipo soriano que a punto estuvo de dar un buen susto en la portería de Alberto Cifuentes. De lo sucedido entre Abdullah y Álvaro fueron testigos varios compañeros aunque a Dani Güiza le alcanzó bastante cerca la desafortunada acción.

Tras llegar ambos a las manos, en el palco se produjo casi una estampida con consejeros y dirigentes tomando la escalera y el ascensor para bajar al césped. De esta forma nada más decretar el colegiado el final del encuentro, Quique Pina accedió al terreno de juego para llevarse a Abdullah, que no paraba de discutir con Álvaro.

Buena parte del público presente en el Carranza se percató de lo sucedido, pues después de esa agria acción pitó al centrocampista francés cada vez que tocó el balón.

Las 21 jornadas que han transcurrido desde aquel martes 20 de septiembre han sido la mejor medicina para que la relación entre Abdullah y Álvaro se haya ido normalizando, quedando en el olvido un episodio que dijo muy poco del centrocampista al ser capaz de agredir a un compañero.

Cabe recordar que en esa fecha la campaña contaba con poco recorrido desde su inicio y que al ex jugador del Lorient le estaba costando lo suyo adaptarse al equipo al que había llegado en verano. Y lo cierto es que a raíz de ese incidente, el comportamiento de Abdullah y su compromiso con el proyecto deportivo de Quique Pina y Juan Carlos Cordero fue a más hasta convertirse en un jugador muy respetado por la afición y muy bien considerado en el vestuario, que pasó página a la noche más gris que se recuerda entre futbolistas de un mismo equipo sobre el césped del Ramón de Carranza.