Cádiz CF

El club 'espía' al cedido Pablo Molina

  • David Buitrago asistió al partido Cacereño-Dépor B, del 'play-off', donde el lateral zurdo gaditano fue titular

Molina supera a un rival en una jugada por su banda con el Cacereño.

Molina supera a un rival en una jugada por su banda con el Cacereño.

El organigrama deportivo de Quique Pina y Juan Carlos Cordero estuvo presente el pasado fin de semana en Cáceres, a fin de seguir en directo el partido Cacereño-Deportivo B, de la ida de la eliminatoria de campeones por el ascenso a Segunda División B. El objetivo era ver el estado de un jugador cedido desde Carranza, Pablo Molina, que en la segunda mitad de la temporada se ha hecho con la titularidad en el equipo.

David Buitrago, hombre de máxima confianza de Pina y Cordero, fue el encargado de desplazarse hasta la ciudad extremeña, donde tomó buena nota del encuentro, de Pablo Molina y, posiblemente, de promesas del filial del Deportivo de la Coruña que pueden ser interesantes. Buitrago se encontró con la mejor versión de Molina, que esta campaña juega como cedido en el Cacereño. El lateral zurdo gaditano ha terminado por hacerse con el puesto hasta el punto de ser una pieza clave para el técnico Adolfo Muñoz.

Le costó al canterano y ex jugador del Cádiz B hacer ruido en el club del Príncipe Felipe, donde recaló el pasado verano para formar parte de una plantilla experta y veterana que persigue el retorno a la categoría de bronce. Cinco partidos en la primera vuelta, más su participación en la Copa Federación, fueron el balance del defensa, siempre mostrando buenas maneras. Pero en la segunda vuelta la moneda ha dado la vuelta y desde la jornada 27ª -una victoria muy valiosa en Jerez de los Caballeros- su presencia en el once ha sido casi continuada hasta acumular once encuentros en los que su equipo ha ganado siete y empatado cuatro.

Y en la hora de la verdad, la fase de ascenso a Segunda B que como campeón inició el Cacereño el domingo, Molina ha estado sobre el césped demostrando que su crecimiento y su evolución están siendo reales con la camiseta verde. La misma afición cacereña se ha dado cuenta de la perla que llegó de la Tacita de Plata con toda la ilusión del mundo y que ha sabido esperar y trabajar en silencio en la primera vuelta hasta disfrutar del momento actual.

La cesión de Pablo Molina al Cacereño acaba a final del presente curso liguero y al defensor le queda todavía contrato con la entidad amarilla. La idea que baraja el club cadista resulta ahora mismo una incógnita, pero sí es seguro que al gaditano le están saliendo novias porque su edad (22 años) y su posición (lateral zurdo) resultan muy del agrado de muchos equipos de la categoría de bronce.

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