Cádiz CF

El club actúa contra los administradores, que salvaron la entidad

  • El Cádiz no sólo no abona los honorarios que fija la ley sino que les pide responsabilidades

Valiente, Cañadas y Molina fueron los administradores concursales.

Valiente, Cañadas y Molina fueron los administradores concursales. / jesús marín

El Cádiz atravesó una situación delicada durante el concurso de acreedores al que se acogió en 2010 después del último descenso a Segunda B. La meticulosa labor de los administradores concursales fue clave para que el club no se fuera a pique. El trabajo de Pedro Pablo Cañadas, José Luis Molina y Pascual Valiente fue decisivo para evitar la liquidación . Tuvieron una paciencia infinita pese a numerosos incumplimientos de distintos dirigentes. Tenían sobrados argumentos para elevar un informe de inviabilidad al Juzgado de lo Mercantil que hubiera supuesto el cierre pero hicieron todo lo posible por mantener a flote la nave.

Una finalizado el procedimiento concursal, el Cádiz no paga a sus honorarios a los administradores pero no sólo eso. Ni siquiera un agradecimiento o una negociación para hacer frente al abono. Nada. Todo lo contrario. Cuando los administradores piden lo que les corresponde, se encuentran con que el club les presenta un requerimiento de responsabilidad y les reclama una indemnización.

Pedro Pablo Cañadas, uno de los tres administradores, declaró ayer en el juicio como testigo de la defensa y contó que "tenemos pendiente un tema judicial por impago del Cádiz". Han demandado al club, con el que no tienen contacto desde una reunión mantenida en octubre de 2016 para plantear el pago de sus honorarios -les corresponde por ley- y la entidad les planteó la cuestión de la responsabilidad. Un conflicto abierto que tiene pinta de que se resolverá en los tribunales.

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