El Cádiz realizó frente al Levante uno de sus mejores partidos de la temporada que no pudo rubricar con una victoria que buscó sin descanso y para la que hizo sobrados méritos, sobre todo en una segunda parte brillante, de marcada vocación ofensiva hasta el extremo de acabar el encuentro con tres defensas y un rival encerrado en su parcela.

Una de las muestras del enorme carácter competitivo que despliega el conjunto amarillo a lo largo de todo el torneo de la regularidad es que ha sido capaz de salir indemne de su doble enfrentamiento con los dos primeros clasificados. No ha perdido ninguno de los cuatro choques que ha disputado contra el Levante y el Girona, clubes que están llamados a militar la próxima campaña en Primera División. La escuadra valenciana está a un solo paso del ascenso matemático que puede certificar el próximo fin de semana en casa -recibe al Real Oviedo- y en el caso de los catalanes, se han tropezado con un bache de resultados aunque mantienen siete puntos de renta sobre sus perseguidores más cercanos. Si no se hunden en el sprint final, como les ha sucedido en cursos anteriores, los normal es que acaben haciendo realidad el objetivo por el que pujan con tanto ahínco en las últimas campañas.

El balance de los amarillos contra los dos adversarios más potentes de la categoría de plata es de tres empates y una victoria. Igualó dos veces en la Liga contra el Levante, al que plantó cara durante 180 minutos. En el Ciutat de Valencia arañó unas valiosas tablas a cero y en ese momento se convirtió en el primer visitante que se quedaba sin recibir un gol en el campo de un líder que ya se mostraba intratable. En el reciente duelo dirimido en el Ramón de Carranza volvió a reinar el equilibrio pese a que los amarillos hicieron más para vencer. El Cádiz es el único equipo que no ha perdido contra el Levante, además del Getafe.

El doble del envite contra el Girona fue aún más productivo. El conjunto entrenado por Álvaro Cervera mantuvo a raya al cuadro catalán con un cero a cero en el Carranza en la primera vuelta. Fue en la segunda cuando los gaditanos dieron la campanada al ganar (1-2) en Motilivi y presentar su firme candidatura al ascenso por la vía del play-off. Ese triunfo fue el que inoculó el virus de las dudas a un contrincante que desde entonces no anda fino del todo.

El balance de esos cuatro partidos contra los dos de arriba es tres empates y una victoria, que se traduce en seis puntos sumados de los 12 disputados contra los equipos más fuertes de Segunda División A.