Una vez finalizada la primera vuelta de la competición liguera en la categoría de plata, la impresión existente es que en la cabeza de Álvaro Cervera hay un equipo ideal para afrontar la mayoría de los encuentros, pero un estudio pormenorizado de lo ocurrido a partir del mes de agosto, cuando se produjo el debut con motivo de la visita efectuada al Almería, parece indicar todo lo contrario. Aunque sin alcanzar la exageradísima cantidad de 32 alineaciones diferentes en 34 encuentros que presentó Claudio Barragán el ejercicio anterior hasta que le mandaron al paro en vista de que su cacao mental estaba propiciando que se llegara a la fase de ascenso con la plantilla rindiendo a unos niveles penosos, la pura realidad es que el guineano de cuna también ha empleado bastantes formaciones iniciales.

Las apariencias engañan en ocasiones y esta parece ser una de ellas. El exitoso entrenador del Cádiz, que si el curso pasado sacó matrícula de honor en este lleva por el momento un sobresaliente, varía más de lo que cree el personal a la hora de conformar los equipos titulares de las jornadas de la competición de la regularidad. Ya sea por las llegadas tardías en pretemporada, las lesiones, las sanciones, los altibajos en el estado de forma o hasta el mismísimo virus FIFA -por fin este ataca al Cádiz gracias a que en sus filas militan actualmente dos internacionales activos, Eddy Silvestre y Abdullah-, se han empleado en la mitad inicial de la Liga 1|2|3 nada menos que 17 alineaciones iniciales diferentes, una cantidad que se debe considerar elevada. Pero quizá sea más relevante el dato de que ninguna de ellas ha saltado al campo más de dos veces. Por lo tanto, se deduce que hay cuatro onces titulares que Álvaro Cervera ha colocado sobre el terreno de juego en un par de oportunidades. Mínimas repeticiones, algo que suena un poco extraño en un grupo que está funcionando a las mil maravillas, probablemente gracias a esos retoques inéditos o casi inéditos que el cuerpo técnico viene dando desde el pistoletazo de salida.

La primera coincidencia se produjo en las jornadas 4ª (victoria ante el Getafe) y 5ª (derrota en Reus), la segunda llegó en las entregas 9ª y 10ª (empates con Girona y Tenerife), la tercera acaeció en los partidos 19º y 20º (triunfos contra Sevilla Atlético y Elche) y la cuarta se dio en las jornadas 6ª (victoria frente al Numancia) y 21ª (derrota con el Valladolid).