JOSÉ gonzález

"Vamos a competir con los mejores"

  • Jose González inicia a partir de hoy la tercera etapa de su carrera en China dirigiendo al Beijing Guoan, aspirante al título que ha conquistado las últimas seis temporadas el Guangzhou Evergrande

Jose González posa en la playa de La Barrosa, con el Castillo de Sancti Petri al fondo.

Jose González posa en la playa de La Barrosa, con el Castillo de Sancti Petri al fondo. / Sonia Ramos Aldón

Año nuevo, vida nueva. Jose González parece haberse aplicado el dicho más que nunca porque hoy mismo comienza una nueva etapa profesional dirigiendo al Beijing Guoan, uno de los equipos más importantes de una Liga china que el técnico gaditano conoce bien por su pasado tanto de jugador como de entrenador. A sus 50 años, el ex del Cádiz afronta el reto con la ilusión de un chaval pero con la prudencia y responsabilidad que otorgan la experiencia y la madurez.

-Tercera aventura en China en apenas 20 años.

-Sí, así es. En la temporada 1996/97 fiché como futbolista por el Tianjin Lifei, un equipo que estaba en Primera. Y, las vueltas que da la vida, pocos años después el Beiging hizo una pretemporada en el Novo, cuando yo empezaba a entrenar. Estuve hablando con ellos y con el paso del tiempo la persona al mando de aquella expedición creció profesionalmente y hace tres años llegó a ser vicepresidente. La amistad se mantuvo y me llamaron para preguntarme por jugadores, para pedirme consejos, hasta que en 2014 me pidieron un entrenador y se contempló la contratación de Gregorio Manzano. Hablé con él para el proyecto y me fui dos años como asistente.

-De asistente, a primer entrenador...

-Curiosamente, un futbolista que se retiró cuando nosotros terminamos, Shao Jiayi, un jugador muy cabal, que estuvo siete años en la Bundesliga alemana, ahora es secretario técnico, y contactó conmigo. La verdad es que tomó una decisión valiente al apostar por mí cuando sobre la mesa también estaban las opciones de Eriksson y Dunga.

-Elegido en esa terna es para sentirse orgulloso.

-La decisión obedece a mi trabajo y a la amistad personal, pero también a la mala experiencia vivida con Zaccheroni. En ese momento apostaron por un nombre y no funcionó, así que ahora han optado por una persona conocida. Desde luego estoy encantado porque es una oportunidad fantástica.

-¿Cómo ve la evolución del fútbol en el gigante asiático?

-Bueno, basta con mirar quiénes entrenan a los equipos más importantes del país. Scolari, Villas-Boas, Pellegrini... La Liga en China no tiene nada que ver con la que conocí en mi última etapa como futbolista hace dos décadas. La diferencia es de tal grado que entonces era impensable que un campeón de China conquistara el título de la Champions de Asia. Ahora, obviamente, no es así.

-Sin embargo, esa progresión o evolución del fútbol chino no tiene reflejo en la selección.

-Es cierto, pero tiene su explicación. La selección no va como desearían porque los fichajes de los clubes suelen ser delanteros y cuando luego compiten con los jugadores nacionales les falta lo más importante del fútbol, el gol.

-Ni que decir que el crecimiento de la Liga china también guarda relación con el potencial económico. Sin ir más lejos, el brasileño Oscar ha sido traspasado por el Chelsea por más de 60 millones de euros.

-Hay que tener presente que es la forma que les queda para establecer diferencias. Los futbolistas competitivos no se van a China si no es pagándoles mucho. Yo voy a tener en mi plantilla a un jugador de la selección brasileña, Renato Augusto, que podría jugar en cualquier equipo de la Primera División de España. Estas cosas antes no eran posibles. Ahora van jugadores de primer nivel porque económicamente les resuelven la vida. Antes se iban para retirarse allí, con más de 30 años, pero ahora se embarcan con veintitantos.

-Ha apostado fuerte China por el fútbol...

-Y tanto. Es otro mundo. El presidente chino lo ha establecido como asignatura en los colegios. Con eso está todo dicho.

-El Beijing Guoan es un equipo al que conoce bien de su anterior etapa con Manzano.

-Sí, claro. Voy a un sitio conocido, aunque para mí lo fundamental es que voy a un sitio al que llego porque me han querido. Los técnicos y jugadores han sido consultados. Eso da mucha tranquilidad, sé que voy a trabajar con gente que me va a aportar.

-Por palmarés, por potencial, por afición, ¿con qué equipo de España lo compararía?

-Al estadio van unas 50.000 personas, gente joven. En ese sentido da gusto ir al fútbol en Pekín. Es algo curioso y llamativo. Claro que con una ciudad de 25 millones de habitantes igual no es tan difícil que vayan al fútbol 50.000. Quizás el Beijing no sea comparable a Real Madrid o Barcelona, más bien diría que como un Atlético. Es un equipo serio, no hace locuras.

-El rival a batir será el Guangzhou Evergrande, que ha conquistado los últimos seis títulos...

-Creo que vamos a competir con los mejores. Hay equipos que sufren más desgaste que otros. La temporada pasada el Evergrande cayó pronto en la Champions y eso le ayudó, porque los viajes desgastan muchísimo. Ir a Australia, que son 10 horas de vuelo, supone que esa semana apenas se puede entrenar. Mi equipo no juega la Champions y eso nos puede favorecer.

-Preparado entonces para trabajar ya mismo.

-Pues sí. Empezamos en Hainan, una isla que por lo que he visto es un paraíso. Podremos realizar la pretemporada completa, sin interrupciones por fases previas de la Champions ni nada. Y en febrero viajaremos a Marbella para entrenar allí tres semanas.

-Un alto en el camino que ayuda por lo que supone de drástico el cambio de vida en China, las costumbres, la comida...

-Es un cambio radical, pero incluso en eso tengo ventaja respecto a otra gente. Sé cómo es el jugador chino, conozco a los futbolistas de la Liga, sé a dónde voy, el paño que manejo. Con un poco de suerte, tengo esperanza de que las cosas irán bien.

-¿Y el idioma?

-Uf, eso es otra cosa. Es muy difícil. Me defiendo lo imprescindible. Para todo lo demás tenemos a los traductores.

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