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Sudor en La Manga

  • La plantilla que dirige Álvaro Cervera avanza en su preparación al completar dos intensas sesiones de entrenamiento en la tercera jornada de la concentración que lleva a cabo en tierras murcianas

Los jugadores realizan ejercicios físicos, sorteando unas picas, en las instalaciones de La Manga Club.

Los jugadores realizan ejercicios físicos, sorteando unas picas, en las instalaciones de La Manga Club. / silvestre / LOF

El Cádiz continúa con su puesta a punto para el curso que viene. La primera plantilla completó ayer la tercera jornada de la concentración de pretemporada que lleva a cabo en La Manga del Mar Menor con una doble sesión que permite avanzar en la preparación del grupo con miras a la exigente campaña que aguarda.

La segunda fase del verano marcha por buen camino. Tras el viaje del domingo y una sesión más suave el lunes como aperitivo del tercer amistoso disputado por la tarde contra el Levante, que supuso la primera derrota (2-1), los pupilos de Álvaro Cervera retomaron ayer la rutina diaria con un entrenamiento por la mañana y otro por la tarde, una agotadora jornada que se antoja necesaria para que los futbolistas alcancen el estado de forma que requiere el inicio de la competición en menos de un mes.

Siguiendo el programa previamente diseñado, aunque obviamente con los matices que estima el técnico, los integrantes del plantel fueron divididos en dos grupos durante todo el día con el objetivo de cumplir con todo el guión previsto, siempre con el denominador común de alternar la dureza de los ejercicios físicos con el necesario manejo del balón, muy presente, en las instalaciones de La Manga Club.

A la espera de que los responsables del club en la parcela deportiva, el consejero delegado, Quique Pina, y su mano derecha, el director deportivo, Juan Carlos Cordero, concreten nuevas operaciones, bien sean de llegada de efectivos o también de alguna salida, Cervera aprovecha el stage para profundizar en su propósito de que el vestuario se convierta en una auténtica piña que asuma el interés colectivo por encima de cualquier individualidad, característica que define a la perfección al titular de la Tacita de Plata desde la llegada del preparador guineano.

En este sentido, el entrenador parece especialmente ocupado y preocupado en que las nuevas incorporaciones vayan sintiéndose cada vez más parte del grupo, adaptándose a los sistemas, adquiriendo los automatismos. Los Marcos Mauro, Alberto Perea, David Barral, Dani Romera y Moha Traoré, al margen del repescado Tomás y los canteranos que se han unido a la expedición, Moisés, Duarte y los guardametas Álex Cortés y David Gil, fichado para trabajar con el primer equipo pero para jugar con el filial de Tercera División, tienen en la concentración la extraordinaria oportunidad de ir integrándose en un ambiente de estrecha convivencia que no sería posible de otra forma.

Del mismo modo, el cuerpo técnico saca el máximo provecho de las horas de entreno para tomar buena nota de las virtudes y defectos, de lo que se ve en encuentros de pretemporada como el del pasado lunes y de lo que no se ve y queda en la intimidad de cada sesión. A buen seguro, Cervera extrae conclusiones que comparte con sus ayudantes y traslada a Cordero, que se desplazó para seguir en directo las evoluciones de la plantilla durante toda la semana y espera con paciencia el momento oportuno para mover ficha en un mercado tan complicado como el de fichajes. La contratación de un portero, un lateral derecho y un central, como poco, se antoja tan indiscutible como cierto es el deseo por reforzar también el ataque.

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