Cacereño-Cádiz

Sale vivo del 'patatal' (0-0)

  • El Cádiz se lleva un punto de Cáceres a pesar de jugar sobre un césped impresentable y mostrar algunas lagunas · La fortuna sonríe a la escuadra amarilla en dos remates de Mena al travesaño

Fue como se esperaba, incluso peor. Aunque en apariencia el terreno de juego del campo Príncipe Felipe daba la impresión de no estar tan mal, en cuanto el balón comenzó a rodar quedó al descubierto que al penoso césped del Municipal de Villanueva del Fresno le ha salido un buen competidor para 'premiar' al terreno más vengonzoso del grupo IV. A los jugadores del Cádiz les resultó imposible parar un balón sin tocarlo antes tres o cuatro veces, y como el Cacereño no se molestaba ni a intentarlo porque jugaba al patadón, queda claro qué equipo se llevó la peor parte. Pero esos condicionantes no sirven para tapar los problemas que tuvieron los cadistas, sobre todo en los primeros 25 minutos. En ese tiempo fue un equipo vulgar, sin rumbo e incluso adoleciendo de falta de carácter. Vamos, que el Cacereño se lo 'comió' y no marcó por pura mala suerte.Pero el punto sumado sabe a gloria por los problemas de campo, por esos malos 25 minutos, por aguantar el tramo final en inferioridad numérica y por saber que el Cacereño no pierde en casa desde octubre de 2010.

Sin rodeos, se puede decir con bastante nivel de acierto que el Cádiz firmó uno de los peores primeros 25 minutos en lo que va de Liga. Y fue así porque durante ese tiempo no fue capaz de adaptarse al césped-hormigón del campo Príncipe Felipe ni tampoco encontrar alternativa en ese otro fútbol que exige un escenario de estas características. Cada balón colgado a las inmediaciones del área cadista era ganado por los de casa, que de esa forma y a balón parado empezaron a mostrar credenciales para poder irse al descanso con ventaja. Y bien que lo pudieron conseguir en tres ocasiones magníficas. La primera, en una mala recepción de Murillo que acabó con un remate de tijeras de Mena que se estrelló en el travesaño. La segunda, en una melé más propia del rugby cuyos remates de Palero y Lolo los sacaron de forma milagrosa y hasta afortunada entre Aulestia, un poste y la nube de jugadores cadistas que metían la pierna a tumba abierta. Y la tercera, en un lanzamiento de Mena tras otro en semifallo de Álex que salvó Aulestia. 

El primer periodo tuvo una acción clave en el área cacereña que de alguna forma varió lo que se estaba viendo. Ikechi firmó una escapada muy con su sello, superando los alocados botes del balón, y su centro lo mandó Dioni por encima del travesaño. Esa jugada provocó que la escuadra de Braojos tuviera más cuidado con su labor defensiva y que se percatara de que no todo iba a ser atacar al pelotazo y olvidar otros conceptos.

El descanso tenía muchas lecturas para un Jose González que se retiró cabizbajo y pensativo, quizá clavando la mirada en el penoso césped y preguntándose cual Mourinho: "¿Por qué?". Estaba obligado a buscar soluciones y una de ellas fue el intercambio de posiciones de la pareja de centrales con el objetivo de atar en corto a Álex y, con ello, a Mena. Las fuerzas estuvieron mucho más equilibradas y ese favorable cambio para los de la Tacita quedó simbolizado en un buen testarazo de Murillo a la salida de un córner que no encontró portería por poco. Y hubo otro aviso más para el bosqueño René, aunque sin susto final por la lentitud de Cases para enganchar el remate desde una posición algo forzada. Haciendo gala de la casta que convierte al equipo de Braojos en un bloque incómodo al margen del césped, Mena puso a la Tribuna en pie con una vaselina perfecta en la ejecución que cuando la grada cantaba gol y Aulestia hacía la estatua se estrelló en el travesaño. Los Hinchapelotas del  Cacereño se desesperaban ante la poca fortuna en los remates del exdelantero del Xerez. 

Los minutos avanzaban hacia un final casi de infarto por las protestadas decisiones del colegiado, que mandó a la ducha antes de tiempo a Camille, al entrenador local y al preparador físico de los visitantes. Nervios a flor de piel y soluciones de emergencia en Jose: Toti al lateral izquierdo. Goikoetxea parecía decirle: "Ni te compliques, pelotazo arriba que esto está acabado". Más pelotazos en un encuentro que en cuanto a juego perdieron los dos equipos, que a balonazos ganó a los puntos el Cacereño y que permite al  Cádiz seguir como un líder sólido que ayer sobrevivió, con fortuna, a la batalla de Cáceres y al patatal del Príncipe Felipe. Que conste.

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