La presencia de Quique Pina en las instalaciones de El Rosal resultó ayer llamativa, aunque estaba justificada. El consejero delegado estuvo viendo entrenar al equipo sobre el campo número 4 de la ciudad deportiva en compañía de Juan Carlos Cordero, el director deportivo. Pero su objetivo ayer era otro distinto.

El dirigente cadista mantuvo un encuentro con un dirigente senegalés -presidente de un club del país africano- a fin de encauzar algunos futuros acuerdos. Pina y Cordero son dos consumados estudiosos y controladores del fútbol más allá del nacional y el europeo, de ahí a que este tipo de citas sean habituales para ambos.

Además de recorrer las instalaciones de El Rosal, para que las conociera el dirigente senegalés, Pina estuvo en el encuentro tratando diversos aspectos que afectan al futuro deportivo de la entidad, que sigue abriendo fronteras y creciendo en todos los sentidos. No es nuevo este tipo de reuniones para el dirigente cadista, si bien en este caso eligió como escenario la ciudad deportiva.