Jon Ander Garrido es una pieza fundamental en el engranaje del Cádiz. El centrocampista ejerce una labor de relevancia la hora de sujetar las acometidas del oponente. Por algo es el jugador de la Liga que más balones roba.

El futbolista posee un largo recorrido como integrante de la plantilla cadista. Desarrolla su su quinta temporada vestido de amarillo y azul y tienes las ideas claras, tanto que no oculta que la prioridad del equipo pasa por llegar cuanto antes a la cifra redonda de los 50 puntos que garantizan la permanencia para poder pensar al cien por cien en metas mayores.

El mediocentro afirmó ayer después del entrenamiento del jueves desarrollado en la Ciudad Deportiva de El Rosal que "llevamos toda la temporada en la zona de arriba y sabemos que el equipo está capacitado para intentar seguir estando ahí". Señaló sin rodeos que "queremos conseguir ya el objetivo, es algo que tenemos cerca, antes de poder pensar en otra cuestión".

El medio no ocultó la importancia de la victoria conseguida contra el Real Oviedo el pasado sábado. "Fue algo grande porque no éramos capaces de ganarle desde aquel play-off de ascenso". Con ese 2-1, remontada incluida, "nos hemos sacado una espina que esperamos que sirva para mucho más".

El Cádiz no andaba bien del todo en las últimas fechas, de ahí el efecto vitamínico que produce el triunfo contra los carbayoones. Garrido indicó que "necesitábamos un partido así ante un rival directo, era casi más importante que los puntos. Fue una victoria mental muy buena". El aspecto anímico es un factor trascendental tanto a nivel colectivo como individual.

El ex del Barakaldo expuso las ganas de progresar que tiene el equipo. "Cada vez estamos más mentalizados e intentamos mejorar en lo que somos buenos. Conocemos nuestras limitaciones porque a veces nos cuesta caro, pero nuestra forma de jugar no podemos cambiarla".

El Cádiz visita el domingo al Numancia, un adversario directo en la dura pelea por el ascenso. El vasco avanzó que "debemos saber llevar el partido a nuestro terreno".