Cádiz CF

Ortuño recupera el olfato goleador en el mejor momento

  • El delantero llevaba cinco jornadas sin marcar aunque nunca deja de dar la cara

Ortuño es abrazado después de marcar un gol esta temporada.

Ortuño es abrazado después de marcar un gol esta temporada. / jesús marín

Alfredo Ortuño no ha vuelto porque no se había ido. El atacante no andaba fino en los últimos metros pero nunca dejó de dar la cara. Corre como el que más, se sacrifica en labores de destrucción en un claro ejemplo de que en el Cádiz la defensa empieza desde arriba. Y da la cara en tareas ofensivas aunque no siempre esté acertado.

Ortuño es feliz vestido de amarillo y azul. Está encantado de formar parte de una plantilla que supera con creces las expectativas. Se siente cómodo en su papel de actor principal y para él es un aliciente estar en la batalla por el ascenso. Su implicación es máxima, como demuestra en cada partido y sólo le faltaba reconciliarse con el gol, el único alimento que calma la voracidad de todo delantero.

El yeclano llevaba cinco jornadas consecutivas sin marcar pero no desesperó. La persistencia fue fiel compañera de viaje a sabiendas de que tarde o temprano volvería a dar en la diana. Y así fue. En una cita de altura, con los focos puestos en el partido de la jornada en Segunda División A, Ortuño controló el balón en la frontal del área, lo acomodó a su lado bueno y soltó un zurdazo que dejó sin respuesta a René, cancerbero del Girona. Lanzó un misil ajustado que se estrelló contra un poste antes de adentrarse en la portería. Un auténtico golazo marca de la casa que colocó con ventaja a un Cádiz que ponía la primera piedra de su valiosa victoria en el campo del segundo clasificado. No lo celebró por respeto a la que fue su afición en la segunda parte de la temporada 2013/14. En la filas del Girona marcó sus primeros goles en la categoría de plata y en Montilivi volvió a ver puerta el pasado domingo. Justo a tiempo. En el mejor momento para un Cádiz lanzado.

El murciano no marcaba desde que firmó el tabto del triunfo contra el Mirandés el primer fin de semana de febrero. Atesora 15 goles y va camino, poco a poco. de pulverizar su mejor registro en una campaña, establecido en 19 en la 2013/14 cuando hizo 10 con La Hoya Lorca y nueve con el Girona.

Oruño lleva dos dianas en la segunda vuelta más las 13 que consiguió en la primera. Dispone de doce capítulos más para engordar su cuenta. No se obsesiona con ello. Se pone el mono de trabajo, se pone a disposición del equipo y cuando la portería contraria se pone a tiro ahí está con la caña preparada.

El gol es una cuestión de rachas, como ha comprobado en sus carnes el ariete del Cádiz. Empezó la campaña con cinco tantos en los cuatro primeros partidos y después atravesó un periodo de sequía que le llevó a encadenar ocho jornadas sin marcar. No fue un drama. Cuando la pelota volvió a entrar, logró ocho tantos en los siguientes ocho encuentros.

Ortuño siempre está. Con más o menos acierto, pero siempre enchufado, en movimiento en todas las zonas de ataque, en busca de todos los balones, presto al remate cuando. Su buena campaña ha abierto los ojos de muchos equipos que lo pretenden la campaña venidera, entre ellos el propio Cádiz. A final de curso regresará revalorizado a Las Palmas.

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