El Cádiz dio ayer un giro inesperado con la venta del paquete mayoritario de acciones por parte de Antonio Muñoz Vera. Cuando una vez resuelto el convenio con el Ayuntamiento todo apuntaba a la entrada en escena de Quique Pina, el dueño de la entidad protagonizó una de las grandes sorpresas de los últimos años optando por la venta de la sociedad a un grupo inversor. El cordobés dejaba plantado a Pina, que ha estado dos semanas esperando un acuerdo con el cordobés que al final no ha sido posible.

El Cádiz cambia de dueño. El 51 por ciento de las acciones pasa a manos de un grupo inversor con capital nacional y extranjero (suizo, monegasco e incluso estadounidense) que estará liderado por el italiano Alessandro Gaucci y por el cartagenero Florentino Manzano, las dos personas de confianza de los nuevos inversores. Poco o nada se sabe de la cantidad por la que Muñoz se ha desprendido de las acciones, aunque hay que aclarar que ha vendido su parte dejando fuera de la operación a Francisco Puig y Federico González, accionistas importantes y dos hombres de peso en su etapa en el club.

Los inversores vienen dispuestos a levantar la dinámica deportiva y económica de la entidad, en Segunda B y sumida en el concurso de acreedores, así como que fuentes próximas al proyecto aseguran que van a apostar fuerte y que tienen avanzados muchos aspectos del proyecto en cuanto a la configuración de la plantilla. Otro dato a tener en cuenta es que Gaucci será el hombre fuerte de la gestión deportiva apoyándose en José Manuel Barla, que será un pilar importante en el club. Manzano asumirá labores de representación y no se descarta que pueda ser el nuevo presidente o consejero delegado. El nuevo Consejo de administración contará con gaditanos.

El hasta ahora accionista mayoritario del Cádiz, Antonio Muñoz, aseguraba ayer que vende su parte a un grupo "muy bueno que viene con un proyecto ambicioso". Insistía en que se trata de un "proyecto de garantía, porque nadie invierte en un club de Segunda B si no viene con intención de ascender de categoría". Y es que, según el empresario cordobés, los nuevos propietarios de la entidad cadista "tienen experiencia en el mundo del fútbol y su objetivo no es otro que llevar al equipo a Primera División. Es la mejor opción para el futuro del Cádiz".

Muñoz explicaba que la operación "se fraguó en pocos días", comentaba antes de apuntar que "al principio que era un grupo más que los que han llegado". Sin embargo, en esta ocasión se unieron el hambre y las ganas de comer. "Llegaron, tenían predisposición de comprar y yo tenía que vender". Ante esta tesitura, "no me daba tiempo de consultar, era o o lo tomas o lo dejas y si opina mucha gente nos e hace", exponía Muñoz, que no soltaba prenda sobre el precio por el que ha colocado su paquete de acciones. Lo que sí aseguraba es que "he perdido mucho dinero, lo hago muy por debajo de lo que me costó. La venta es a pérdida pero había que hacerlo".

"Si puedo recuperar parte de lo invertido, es lógico que lo haga, pero me voy perdiendo dinero. En su día di el paso para que el Cádiz no desapareciese, era un riesgo que asumí, como ahora asumo que pierdo dinero. Con la operación de Baldasano sí se pudo ganar, pero ahora con el club en Segunda B se pierde mucho y hay que asumirlo", relataba el exdirigente cadista. Muñoz confesaba que hubo otros grupos interesados en hacerse con las riendas del club. "A otro proyecto le dije que no y con otro grupo también ineteresado no había tiempo de entrar en negociaciones, porque la pretemporada se echa encima".

El empresario reconocía que no había hablado con Quique Pina, pero "sí lo hice con Juan Carlos Cordero", al que le comunicó que "había surgido este grupo y estábamos negociando, y su reacción fue positiva". Muñoz señalaba que en su momento Pina le dijo que "entiende que busque a alguien que pueda comprar, yo sé que Pina le tiene cariño al Cádiz y mi obligación era decirles que estaba en contacto con otro grupo". Preguntado si había contado con Francisco Puig y Federico González en la operación, Muñoz indicaba que no lo hizo porque "tenía que actuar con mis criterios para cerrar la venta", Así, decía que "cada uno haga es libre de hacer lo que crea conveniente " con sus acciones. "Yo corro riesgos y decidi por mi, no por los demás, no tengo problemas con nadie, pero tenía que hacerlo a mi manera".

Muñoz recalcaba que le vende sus acciones "a gente centrada que sabe lo que hace, gente del club sabe que escogí lo mejor para el Cádiz". Por último, afirmaba que "haga lo que haga se me va a criticar".