Jon Ander Garrido, que regresó al once titular el pasado fin de semana en Montilivi ante el Girona después de reaparecer en los últimos minutos del choque con el Rayo Vallecano tras casi mes y medio sin participar en un encuentro oficial por culpa de la fisura en el antebrazo derecho que se produjo en el Iberostar Estadio de Palma de Mallorca, compareció ayer en la sala de prensa de las instalaciones de la Ciudad Deportiva de El Rosal y lo hizo confirmando que la ambición y el convencimiento de que se luchará por el ascenso se han instalado en la plantilla una vez asegurado el objetivo de la permanencia en Segunda.

"Tenía muchas ganas de volver porque ha sido muy difícil. Hay compañeros que lo están haciendo muy bien y lo hacen complicado", reconoce el mediocentro vasco, que explica que el hueso dañado "ha necesitado tiempo para soldar pero a los cuatro días estaba entrenando. Era complicado ejercitarse al máximo nivel, el míster lo ha visto, y por eso he tardado en reaparecer".

El pivote defensivo no olvida las vicisitudes vividas la pasada campaña, cuando se marchó en el mercado de invierno al Racing de Ferrol, pero se queda con lo conseguido el pasado verano cuando volvió. "Trabajé para quedarme y el míster ha confiando en mí", recuerda, expresando como propio lo que es un sentir generalizado. "Estamos muy contentos en el vestuario, porque la calidad humana es lo que nos hace que todos vayamos a una", confiesa.

Esa confianza de la plantilla que ha dado paso a la ilusión la resume Garrido con una frase: "Siempre hay que mirar hacia arriba". Y la razona añadiendo que "cuando vine el objetivo era subir a Segunda y nos llevamos muchos palos. Hemos aprendido de ellos para valorar lo que tenemos. No podemos estancarnos en la permanencia y debemos continuar partido a partido. Hasta final de temporada debemos conseguir el mayor número de puntos porque este equipo tiene cualidades para meterse en play-off". El mensaje no puede ser más claro de cara al futuro: "El equipo cree y piensa en coger al Girona. Ambos tenemos partidos difíciles".

Sin embargo, huye del exceso de confianza, empezando por el partido del domingo contra el Tenerife. "Llegan en una dinámica buena. Será otro partido muy difícil que tenemos posibilidades de ganar. Pueden ganar en cualquier sitio, pero en nuestro campo debemos ser favoritos", concluye.