El Cádiz dio con la tecla de pleno en el mercado de invierno cuando consiguió la cesión de Ager Aketxe hasta final de temporada. El futbolista llegó procedente del Athletic de Bilbao después de ocho meses de baja por una grave lesión de rodilla y en poco tiempo, tras un lógico periodo de adaptación táctica y física, se ha convertido en el baluarte ofensivo del conjunto amarillo gracias a su elevado porcentaje en los lanzamientos de falta. Donde pone el ojo pone la pelota mediante un golpeo de balón en el que mezcla la potencia y la colocación, un cóctel explosivo que hace inútil la estirada del cancerbero de turno. El vizcaíno es un inventor de obras de arte a balón parado que el equipo agradece. Entre otras cosas vino para eso.

El mediapunta debutó en la visita del Cádiz a Getafe el pasado 11 de febrero y a los dos minutos de su estreno marcó un auténtico golazo de falta que ese momento suponía el empate a dos (los madrileños ganaron de penalti en el tiempo de prolongación). Ese tanto fue el anuncio de lo que era capaz de hacer. Con su llegada el equipo gaditana ganó en calidad en la zona de tres cuartos, se hizo más fuerte en la importante faceta de los saques a balón parado y en la ejecución de faltas. Pocos como él tiran los libres directos. De hecho, es el jugador de la categoría de plata con mejor promedio de goles marcados de falta: tres en 14 encuentros, en un total de 876 minutos -uno cada 292 minutos-. Es el que más libres directos transforma de la Liga 1|2|3 pese a que se puso a las órdenes de Álvaro Cervera el pasado mes de enero. Acertó en la cita ante el Getafe, la semana pasada contra el Córdoba y hace un par de días en el Sánchez Pizjuán. Todos los tantos con el denominador común de su zurda de oro. Aketxe tiene un guante en el pie, una cualidad que ha sabe explotar con maestría pese a su juventud -23 años-. Atesora una virtud que cuida con mimo con continuos ensayos en los entrenamientos que después traslada a los partidos oficiales.

El vasco del carro con su sobrada capacidad para asociarse con sus compañeros y su lanzamisiles que tiene por pierna izquierda. Acierta en momentos difíciles aunque ninguno de sus tres disparos de estrategia que acabaron en gol valieron para la victoria. En el Coliseum Alfonso Pérez puso el empate a dos, en el Carranza adelantó a su equipo ante el Córdoba en un choque que acabó en tablas, y frente al filial sevillista despertó al Cádiz -perdía 2-0- con un golazo por la escuadra desde más de 25 metros que removió un partido loco que finalizó con empate a tres.

El atacante, además de circular la pelota con criterio, ve puerta con asiduidad. A los tres goles de falta sumó otro en jugada que marcó en la victoria (0-3) de los amarillos en el terreno del Numancia. Con cuatro dianas es el máximo goleador del Cádiz en la segunda vuelta junto con Alfredo Ortuño y Álvaro García.