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Evitar que sea un paso fugaz

  • La apuesta del filial es un plantel renovado para buscar con garantías la permanencia

  • Competir y nutrir al primer equipo, el otro gran objetivo

Foto del Barcelona B el día de la presentación de la plantilla que tiene a su cargo Gerard López.

Foto del Barcelona B el día de la presentación de la plantilla que tiene a su cargo Gerard López. / fc barcelona

La segunda vía destinada para los campeones de Segunda División B permitió al Barcelona B volver a la categoría de plata al final de la pasada campaña. El filial azulgrana regresó al fútbol profesional con el deseo de evitar que sea un paso fugaz porque nada tiene que ver la formación en la división de bronce. Es la 23ª ocasión en la que el Barça B alcanza su techo en Segunda A.

El último descenso a Segunda B hizo mucho daño en la cantera barcelonista. El ciclo de jugadores como Grimaldo, Edgar, Samper, Munir, Babunski, Sandro o Halilovic había concluido y tocaba hacer una estructura nueva para el referente de La Masía. La campaña pasada fue el mejor reflejo de que las cosas estaban cambiando. Campeón del grupo III sacando 15 puntos a su perseguidor. La Cultural Leonesa apeó al equipo de la eliminatoria de campeones, pero en la segunda oportunidad superó al Cartagena y al Racing de Santander. El play-off no resultó brillante pero Gerard López logró el objetivo para el que se le fichó: el ascenso.

Entre los muchos descartes o salidas de futbolistas se encuentran los hoy cadistas Dani Romera -clave en el ascenso- y Alberto Perea. Vitinho, Choco Lozano, Ruiz de Galarreta, David Concha y José Arnaiz, entre otros, son algunas de las novedades, más algunos juveniles que completaron la pretemporada a las órdenes de Gerard López, entre los que destacan Abel Ruiz, Carles Pérez, Oriol Busquets y Dani Morer. A todos ellos también hay que añadir el regreso de Adrián Ortolá tras su cesión al Alavés, que está siendo el portero con mayor participación.

El 4-3-3 es el dibujo de base, pero Gerard, a lo largo de estos dos años, ha implementado algunas variaciones y novedades: 4-4-2, 4-3-1-2 e incluso 3-4-3. A nivel defensivo, hay que hablar de una línea de cuatro hombres que deja un mundo entre su punto y el del portero. La defensa no tiene mala organización con y sin balón, pero sufre mucho con los centros y las faltas laterales.

Del centro del campo en adelante, el Barcelona B ha dejado ver dos caras. Por un lado, mover la pelota con clase y paciencia a la espera del hueco perfecto. Por otro, apostar por las alas con pases directos a buscar un ataque rápido y en superioridad, lo que será difícil en Carranza a tenor de las características del Cádiz. La marcha de Alberto Perea marca esta decisión porque la temporada pasada fue, con diferencia, el jugador de la plantilla azulgrana con más calidad.

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