Cádiz CF

Eddy trae a las vitrinas del Cádiz un nuevo trofeo

Eddy Silvestre, en acción en el choque de ayer contra el Sanluqueño.

Eddy Silvestre, en acción en el choque de ayer contra el Sanluqueño. / cádiz cf

El Cádiz se impuso por la mínima en su segundo amistoso de pretemporada a un Sanluqueño que agradó y mostró buenas maneras pero careció de pegada.

Desde el principio se pudo observar mucho más equilibrio de fuerzas que en Barbate. De hecho, el Sanluqueño firmó la primera llegada, protagonizada por Antonio Jesús en el minuto 14 y bien resuelta por Cifuentes. El equipo amarillo, que actuaba con Eddy como central junto a Marcos Mauro, con Abdullah por delante acompañado por Alberto Quintana y con Alberto Perea esta vez por la derecha, replicó con un robo de Aitor que no aprovechó y con una acción posterior con disparo alto del onubense, que en el 19' remató flojo.

Casi a la media hora, Quintana enganchó una volea en la frontal que detuvo Manu López, que en el 38' también atajó en dos tiempos un intento lejano de Alberto Perea. Poco después, Aitor lo intentó con un lanzamiento de los suyos, buscando la escuadra, pero el cuero se marchó desviado. Tampoco Rubén Cruz encontró puerta en el 41'.

Al descanso se llegó con el 0-0 inicial y la sensación de que a los visitantes, que poco a poco se habían hecho con el control de forma absoluta, les faltaba pólvora, mientras que los verdiblancos apostaban por evitar riesgos innecesarios y no dudaban en recurrir al portero para sacar el balón con pases largos que rara vez encontraban destino. En una de sus mejores acciones, precisamente el ex cadista Dani Güiza, que estuvo sobre el césped hasta el 30', generó algo de peligro.

El segundo tiempo arrancó con mayor intensidad del Sanluqueño y un Cádiz que por momentos parecía cansado, pese a los seis cambios efectuados por Álvaro Cervera. No obstante, en el minuto 19 Barral disfrutó de la mejor ocasión hasta ese momento tras recibir un pase de Moha Traoré, pero la defensa evitó el 0-1 cuando se cantaba el gol. A renglón seguido, el ímpetu del delantero le costó la amarilla y la bronca de la afición, un ambiente hostil que desde el banquillo se cortó al ser sustituido por el canterano Moi.

Así, cuando mejor pintaban las cosas para unos y peor para otros, una internada de Nico Hidalgo hasta el fondo por la derecha, con pase atrás, la finalizó con acierto Eddy para adelantar al titular de la Tacita de Plata. El tanto sentó como un jarro de agua fría a los verdiblancos, que tardaron en reponerse y cuando lo hicieron, arriesgando, casi son apuntillados por Barral y Jesús Imaz. El triunfo, en cualquier caso, ya estaba en el bolsillo porque los ataques desesperados del Atleti no llegaron a ningún sitio.

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