Cádiz CF

El Cádiz se lleva un partido plagado de despropósitos (3-2)

  • Los de Risto Vidakovic, que empezaron perdiendo, acabaron imponiéndose a un inocente Yeclano con tantos de Fran Cortés, Velasco y Enrique y se mantienen líderes

Pocos guionistas podrían plantear un desarrollo parecido al visto esta noche en Carranza. Un Cádiz aferrado a sus pequeños arreones de orgullo se impuso a un Yeclano tremendamente inocente en un partido loco y plagado de despropósitos. Los tantos de Fran Cortés, remontando el gol inicial de Tomás para los murcianos, Velasco y Enrique decidieron el choque a favor de los de Vidakovic, que dieron suspense al final del partido fallando incluso un penalti. Un final propio de Hollywood, aunque en este caso el espectáculo brilló por su ausencia.

Y eso que nada más comenzar el partido daba la sensación de que iba a ser una victoria fácil para el Cádiz. El Yeclano, demasiado blando, no era capaz de mostrarse siquiera como un equipo ordenado atrás y los amarillos campaban a sus anchas en terreno enemigo. De hecho, en el 13 los de Vidakovic lograron perforar las mallas murcianas, pero el colegiado anuló el tanto al considerar falta el choque entre el meta Toni Bernal y Aarón Bueno. Parecía que sería cuestión de tiempo.

El Cádiz movía el balón pero no mostraba demasiada convicción en su juego, como sabiendo que al final el tanto llegaría y que cuanto menos trabajo costara conseguirlo, mejor. Ya en el minuto 20 Tomás castigó la desidia cadista aprovechando un fallo de Álvaro Silva y enmudeció al Carranza levantando la pelota por encima de Dani Miguélez. No iba a ser tan fácil como se antojaba en un principio.

Los amarillos, conscientes de la situación, comenzaron a enmendarse y entonces llegaron los mejores minutos del Cádiz, movido, por fín, por un activo Fran Cortés. Un tiro al palo de Diego Reyes animó a la grada y un par de ocasiones de Velasco y el '10' cadista presagiaban el tanto de los locales. Y fue en el 41 cuando el mediapunta gaditano aprovechó un pase de Aarón al que no llegó Enrique para plantarse delante de Toni Bernal y batirle no sin cierto suspense. Empate al descanso.

Nada más reanudarse el partido Velasco se revolvió bien en el área y marcó el 2-1, llevando la lógica al marcador del Carranza. El cordobés aprovechó las facilidades ofrecidas por la zaga del Yeclano, que ofreció muy poca seguridad. Pero el Cádiz siguió jugando con fuego y de una estrepitosa cantada de Dani Miguélez llegó el empate para los murcianos, de nuevo obra de Tomás. El punta disparó con poca convicción pero el balón se coló bajo el cuerpo del meta gaditano, que no podía creer lo que había sucedido. Fue uno más de los muchos despropósitos vistos en el partido. Como si ninguno de los equipos quisiera llevarse los tres puntos.

Dani quiso redimirse con una gran mano ante Toñete, pero no era su noche. Muy nervioso el guardameta cadista. En el minuto 60 Carlos Caballero puso un poco de cabeza a un partido que se había vuelto completamente loco y levantó el balón por encima de la adelantada defensa visitante para que Aarón Bueno controlara y cediera a Enrique, que a puerta vacía estableció el 3-2. Gol importantísimo para desterrar la ansiedad de los amarillos, que tomaban de nuevo el mando.

Cinco minutos después, un penalti cometido por Gasparini, que además fue expulsado por doble amarilla, parecía la ocasión ideal para sentenciar el choque. Pero Aarón Bueno, hasta ahora infalible desde los once metros, desperdició la ocasión de poner tierra de por medio en el marcador y de paso alimentó el suspense de los minutos finales. ¿Es que nadie quería ganar este partido?

El Cádiz mandaba en el terreno de juego pero era incapaz de sentenciar el choque, sin aprovechar las facilidades ofrecidas por el Yeclano. Unas auténticas madres los mucianos, que ni siquiera se sirvieron de un nuevo fallo de la zaga cadista y de Dani Miguélez para empatar de nuevo. Una mala cesión de Silva la estrelló el meta en el cuerpo de un jugador murciano, aunque por suerte para los locales consiguió atrapar el rechace antes de que se colara en la meta amarilla. Más suspense hasta el final, con un conjunto cadista romo en ataque. Poco aportó la tardía entrada al campo de López Silva y Pachón.

Con el 3-2 y más dudas que otra cosa en los locales se llegó al final del encuentro. Lo mejor, tres puntos que permiten al Cádiz mantenerse como líder en solitario del grupo IV de Segunda B. Lo peor, todo lo demás.

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