Racing-cádiz

El Cádiz disputará la final por el ascenso (0-1)

  • Un golazo de Álvaro García, que poco después se marchó lesionado, sentencia el pase de los amarillos a la última y definitiva eliminatoria del playoff, en la que se medirá al Hércules. Nueva lección de solidez de los cadistas en El Sardinero

El milagro Cervera no tiene techo. El Cádiz, en una nueva lección de solidez, veteranía y saber estar, logró el pase a la final por el ascenso, en la que se medirá al Hércules, tras imponerse con solvencia al campeón del grupo I, el Racing, en los Campos de Sport de El Sardinero. Un golazo de Álvaro García, que poco después se retiró lesionado, sentenció una eliminatoria de claro color amarillo. Quedan 180 minutos para soñar. 

Álvaro Cervera variaba lo justo respecto al once que tan bien funcionó en casa frente al conjunto cántabro. El estreno en playoff de Juanjo, dejando incluso fuera de la lista a Xavi Carmona, y la entrada de Fran Machado en la mediapunta en lugar de Abel Gómez que ya probó en Ferrol, fueron las novedades en la alineación de los amarillos. Munitis, por su parte, arriesgaba de inicio con un once muy ofensivo, con Migue García como lateral zurdo -una demarcación que ha ocupado varias veces esta temporada en liga- y dos delanteros, Dioni y Coulibaly.

El partido comenzó intenso, vibrante, con un Racing lanzado y un Cádiz presto para salir a la contra a la menor oportunidad. A punto estuvo Álvaro García de enmudecer a El Sardinero nada más comenzar tras aprovechar un magnífico pase al hueco de Güiza para encarar a Óscar Santiago entrando por el perfil izquierdo, pero su remate cruzado se marchó fuera por muy poquito. El serio aviso de los amarillos no amedrentó a los de Munitis, que apretaban de lo lindo. En el 8 Dioni logró superar a Cifuentes en una jugada, por suerte para los amarillos, anulada por fuera de juego, y en el diez el meta cadista estuvo muy sobrio para atrapar el cabezazo bombeado de Jon García. Tocaba sufrir.

Nadie dijo que fuera fácil, pero los de Álvaro Cervera saben bien cuáles son sus armas y no dudan en hacer uso de ellas. La labor de Güiza entre líneas y la verticalidad de Salvi y Álvaro García, dos estiletes por banda, metían el miedo en el cuerpo a El Sardinero, consciente de que un gol visitante era prácticamente la puntilla para la eliminatoria. Así, alcanzada la media hora de juego el ritmo del partido se enfrió un poco, una gran noticia para los intereses cadistas. Y atrás, un imperial Aridane se encargaba de deshacer cualquier opción de peligro para los locales, insuperable por alto.

En el 36 llegó la ocasión más clara del partido para los racinguistas. Coulibaly encontró una autopista por la derecha, se coló hasta la cocina y puso el centro atrás para la llegada de Migue García. Pero ahí surgió Cifuentes, que con un paradón magistral evitó lo que parecía un gol cantado para los de casa. Muy justo de fuerzas, el Cádiz necesitaba el oxígeno del descanso tras el esfuerzo realizado en unos primeros 45 minutos de infarto. Por suerte se llegó al intermedio sin más sobresaltos para la afición amarilla.

La segunda parte comenzó con un ritmo ligeramente inferior y el Cádiz lo agradeció. Güiza, Salvi y Álvaro volvieron a aparecer en ataque y el Racing no acababa de encontrar los huecos en la sólida zaga cadista. El jerezano, fundido, dejó su sitio en la punta de ataque a Lolo Plá (56’), en una clara apuesta por la velocidad y la potencia a la contra. El plan de Cervera no tardó en dar sus frutos y fue su tocayo Álvaro García, de largo el jugador más inspirado del Cádiz en este playoff, el que sentenció la eliminatoria con un golazo a lo Messi. El extremo recuperó entre líneas, se marchó de dos con un gran regate y autopase y definió con calidad ante la salida de Óscar Santiago. Ahora sí, el pase estaba al alcance de la mano.

El gol dejó muy tocado al Racing, incapaz de reaccionar. Lo intentó Munitis dando entrada a Manu Delgado por Artiles -que estaba siendo el más peligroso de los de casa-, mientras el Cádiz buscaba sacar partido al estado de nervios de su rival para materializar el segundo por medio de Salvi, sin suerte. En una tarde que pintaba de color de rosa para los cadistas, la mala noticia (terrible, dada su importancia en esta fase de ascenso) fue la lesión de Álvaro García, que se marchó del terreno de juego entre lágrimas. Que no sea nada.

En el 76 Machado tuvo en sus botas el 0-2, pero mandó a las nubes un gran centro de Salvi. Un par de minutos después, el árbitro volvió a anular un gol a Dioni por fuera de juego. El malagueño cabeceó en área pequeña un centro desde la derecha cuando estaba ligeramente adelantado. A pesar del susto, los de Álvaro Cervera apenas sufrían en defensa ante un Racing desconcertado y sin un plan de ataque claro, mientras el reloj no paraba de correr. El pase estaba atado y sólo quedaba esperar que el tiempo se consumiera. A base de veteranía y saber estar, el Cádiz consiguió su objetivo sin excesivo sufrimiento.

Ahora a los amarilos les espera una nueva final, con el sueño del ascenso en el horizonte.    

FICHA TÉCNICA: 

Racing: Óscar Santiago, Borja, Migue García, César Caneda, Jon García, Borja Granero (Fede, 80'), Óscar Fernández, Dani Rodríguez, Artiles, Coulibaly (Cerro, 80') y Dioni.

Cádiz CF: Alberto Cifuentes, Juanjo (Abel Gómez, 77’), Servando, Aridane, Migue, Mantecón, David Sánchez, Fran Machado, Salvi, Álvaro García (Nana, 69’) y Dani Güiza (Lolo Plá, 59’).

Gol: 0-1 (62’) Álvaro García.

Árbitro: Moreno Aragón (madrileño). Amonestó a Dani Rodríguez, Granero, Jon García y Dioni por los locales y a Mantecón y Cifuentes por los visitantes. 

Incidencias: Partido disputado en los Campos de Sport de El Sardinero.

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