Cádiz | jaén · la crónica

Lo Bueno, si breve...

  • Estreno Aarón, que saltó al campo en el tramo final, arregló una desastrosa segunda parte del Cádiz con un gol en el tiempo de prolongación Notable Carlos Caballero, autor del primer tanto, habilitó al catalán

Si no puedes jugar bien, al menos debes tratar de ganar. El nuevo Cádiz de Risto Vidakovic, llamado a alegrar los ojos de los aficionados con su fútbol vistoso, no ofreció ayer precisamente la mejor de las imágenes en el Ramón de Carranza, pero al menos, y eso es lo que cuenta, sumó al casillero sus tres primeros puntos de la temporada en el estreno liguero ante el Jaén.

Lo breve, si Bueno, dos veces bueno. Aarón, que había sustituido en el tramo final del partido a un entregado Dieguito, anotó de cabeza el gol de la victoria de los amarillos en el tiempo de descuento. Lo hizo al peinar el balón ante la salida en falso del meta Adrián y aprovechando una magnífica asistencia de Carlos Caballero, autor del primer tanto cadista y posiblemente, con permiso de Dani Miguélez y Baquero, el mejor futbolista del partido.

El gol del catalán puede considerarse injusto si se tiene en cuenta la pésima segunda parte ofrecida por el Cádiz, pero es justo si se pone en la balanza lo hecho por uno y otro conjunto en los noventa minutos. Y es que, aunque hubo un tiempo para cada uno en el duelo entre los dos equipos capitalinos de las dos únicas provincias andaluzas sin representación en el fútbol profesional, fueron los locales los que buscaron siempre la portería rival.

En resumen, una primera parte digna y una segunda parte indigna; una victoria, tres puntos, para un equipo que sigue en construcción y que va a depender mucho de que Pachón alcance su mejor estado de forma para que se sepa realmente a qué es lo que se pretende jugar.

Como se esperaba, Risto Vidakovic apostó por el mismo equipo que salió de inicio en el partido de la primera ronda de la Copa del Rey disputado en Parla. Con la falta de efectivos para la delantera, Enrique se colocó como hombre más adelantado, situándose Velasco en la banda derecha. Pero pronto, muy pronto, el extremeño que centraba cuando debía ser el encargado de rematar y el cordobés intercambiaron sus papeles.

El Cádiz disfrutaba de la posesión de balón y el Jaén esperaba atrás muy bien colocado, presionando a los amarillos con mucho criterio. La escuadra de Vidakovic se daba de bruces una y otra vez con los pupilos de José Miguel Campos, que empezaban a crear peligro en jugadas a balón parado. En esas situaciones siempre aparecía seguro y salvador Dani Miguélez, que sembraba más miedos que dudas cuando se dedicaba a tocar el esférico con los pies. De hecho, fueron los jiennenses los primeros en llamar a la puerta de las ocasiones de gol con un saque de esquina en el que el Dani, ante la pasividad de sus compañeros en las labores defensivas, sacó la pelota debajo del palo. Acto seguido fue Enrique el que tuvo la salsa del fútbol en sus botas tras un buen pase de Fran Cortés, pero el ariete y extremo derecho no se atrevía a definir por sí mismo cuando encaraba a Adrián y optó erróneamente por habilitar a Velasco, delantero y extremo derecho, que mandaba el balón alto.

El Jaén respondía con una buena acción por la derecha de Añete, que sin presión amarilla centró para que Fernando rematara mal de cabeza cuando Valdés esperaba con la caña preparada. El Cádiz no había abierto la lata con prontitud y sufría para hacer circular el balón mirando a la portería contraria. Adrián abortaba una vaselina de Velasco y Fran Cortés no aprovechaba dentro del área un regalito de Juanjo, que trató de desviar el balón con la espalda de una forma muy poco ortodoxa

Los amarillos se veían impotentes a la hora de marcar y el rival se iba creciendo, tocando con criterio y cierta profundidad. Cuando el cronómetro corría hacia el cuarto de hora de descanso, Carlos Caballero, de falta directa y con ayuda de Adrián, llevaba algo de tranquilidad a las gradas poco pobladas del Carranza.

En la reanudación, le tocaba arriesgar al equipo de José Miguel Campos. Y lo hizo. O, al menos, se apropió del balón aprovechándose del bajón físico, técnico y moral de los amarillos.

Fueron cuarenta y cinco minutos bochornosos de fútbol. Y hasta la traca final, Dani Miguélez fue el mejor. El canterano es puro reflejo y una y otra vez, en todo tipo de balones, se mostró seguro y sobrio. En un saque de esquina, de hecho, se alzó en el aire para coger el balón rodeado de color blanco. Jurado, que había firmado una primera parte muy completa, iba perdiendo fuelle, como el resto de su equipo. El calor, la atípica pretemporada y quién sabe qué razón o qué excusa más hicieron desaparecer a los amarillos del césped. Y, eso, cuando por fin iba reinando la sombra. El Cádiz no tenía criterio y perdía balones peligrosos. También corría demasiado, sin sentido.

Los pupilos de Campos tampoco hacían nada del otro mundo, pero en una acción aislada, Iván Zarandona, hermano de Benjamín, llevaba el mal ambiente de nuevo al Carranza con un lejano zapatazo que se colaba en la portería de Dani sin avisar. Vidakovic había refrescado el equipo y Aarón, con la venia de Caballero, congelaba el marcador.

Árbitro: Pino Blanco (malagueño). Auxiliado en las bandas por Barbero Sevilla y Moreno Muñoz.

Tarjetas: Amarillas Por parte del Cádiz: Álvaro Silva (66'), Enrique (69'), López Silva (71') y Risto Vidakovic (71'). Por parte del Jaén: Fernando (30'), Zarandona (50'), Zurdo (52') y José Mari (86').

Goles 1-0 (38') Carlos Caballero. El madrileño adelanta al equipo amarillo con un tanto de falta directa en el que contó con cierta colaboración del meta del Jaén. 1-1 (80') Zarandona. Zapatazo del hermano de Benjamín desde fuera del área y el balón se cuela pegado al palo izquierdo de la portería defendida por Dani Miguélez, que poco pudo hacer por evitar el gol. 2-1 (92') Aarón Bueno. Gran asistencia entre líneas de Carlos Caballero al catalán, que dentro del área manda el balón a la red tras peinarlo aprovechando la mala salida de Adrián.

Incidencias: Encuentro de la primera jornada disputado en el Ramón de Carranza ante unos 5.000 espectadores. Terreno en malas condiciones, aunque mejor que en el Trofeo Carranza.

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