Si por algo destaca el Real Oviedo en el arranque de la temporada 2017/18 es por su facilidad para ver puerta. Ha marcado en las cuatro jornadas de Liga para atesorar un total de siete goles, con un promedio cercano a los dos tantos por partido que le convierten en uno de los adversarios más temibles aunque no haya sido capaz de traducir los goles en puntos. Lleva más dianas -siete- que puntos -cinco-. Antes del comienzo del quinto capítulo, es el tercer equipo más goleador de Segunda División A, sólo superado por los nueve goles del Real Valladolid y los ocho del Barcelona B e idéntica cifra que los siete del Sporting de Gijón, su máximo rival.

La producción anotadora del conjunto carbayón obliga al Cádiz a estar más concentrado que nunca en las labores defensivas, que empiezan en la delantera y terminan en los dominios de Alberto Cifuentes. La primera piedra del edificio del éxito es la implicación de todos en la destrucción del juego del rival, en este caso de un contendiente que aporta despliegue físico, que aprieta en la medular y que suele llegar con facilidad al área contraria para causar frecuentes dolores de cabeza a la zaga de turno.

Dos jugadores encarnan el peligro en la escuadra asturiana: Saúl Berjón y Toché. Entre ellos suman seis de los siete goles de su equipo, repartidos a medias entre tres cada uno. Los dos han empezado la temporada con el punto de mira afinado y Toché agudiza su olfato cuando tiene enfrente al Cádiz. El año pasado firmó el primer tanto en la victoria del Oviedo en el Ramón de Carranza y en la campaña 2009/10, en Segunda División A, cuando militaba en el Cartagena, perforó tres veces la portería del equipo amarillo en el total de los dos enfrentamientos ligueros. No hay que olvidar a Linares, autor la pasada temporada de dos tantos contra los gaditanos aunque en la presente temporada aún n ha estrenado su casillero de goles.

El duelo sobre el césped del Carlos Tartiere se presenta desequilibrado en la faceta goleadora. Los dos artilleros carbayones formarán parte del once, además de Rocha, que completa la lista de anotadores del cuadro ovetense. Mientras el peso goleador de los locales se extiende a dos o tres jugadores, en el caso del Cádiz sólo recae sobre David Barral. El isleño es el único componente del equipo amarillo que los que hoy están presentes en el Principado que ha perforado la portería contraria este curso. Lleva tres dianas en la Liga y una en la Copa del Rey. Hoy no tiene la compañía de Álvaro García, el único jugador del Cádiz que ha marcado además de Barral. El utrerano acredita dos tantos pero no viajó por lesión y la balanza se desequilibra. Si algo necesita el conjunto gaditano es que haya más jugadores que se integren en la rueda goleadora para que las posibilidades de puntuar sean mayores frente a un adversario que no falla a su cita con el gol, aunque hoy se mide a un Cádiz que sólo recibió una diana en el primer episodio y acumula tres compromisos consecutivos con la portería a cero.