Cádiz CF

Armarse de valor

  • El equipo amarillo afronta un tramo complicado de la competición que incluye cuatro duelos próximos contra rivales de la zona alta de la clasificación que marcarán su destino en la recta final

Agárrense que vienen curvas. El Cádiz afronta un tramo complicado del campeonato liguero que, en función de su desarrollo, puede llegar a definir cuál será su verdadero objetivo en el sprint final de una temporada que hasta la fecha acumula calificativos positivos. Y es que cuatro de los cinco próximos encuentros los disputará contra rivales que, como el conjunto amarillo, también están metidos de lleno en la pelea por el ascenso, ya sea de manera directa o a través de la promoción. Combates cuerpo a cuerpo contra adversarios que suponen una seria amenaza: Numancia, Real Oviedo y Girona en campo contrario y Tenerife en casa. Es decir, duelos con los equipos con los que empata a 41 puntos -asturianos y canarios-, contra el segundo -el catalán- y frente al noveno -Numancia-.

El quinto duelo entre medias será en al Tacita ante el Rayo Vallecano, un histórico en apuros.

Si la escuadra de Álvaro Cervera se mantiene en los escalones de privilegio después de esos siguientes cinco capítulos, reforzará su candidatura para acceder al play-off. Para ello debe afinar su puntería, embolsarse los puntos suficientes -alcanzar los 50-51 cuanto antes- con los que dejar obsoleto el objetivo de la permanencia y centrarse de lleno en retos de más enjundia. El final de febrero y marzo, que está a la vuelta de la esquina, guardan emociones fuertes en un mes plagado de obstáculos de calado.

El futuro más inmediato reserva dos salidas sin descanso para un Cádiz que encara por primera vez dos partidos a domicilio de manera consecutiva y además lo hace frente a escuadras enfrascadas también en la batalla en la parte alta de la tabla. En el norte de España esperan Numancia y Real Oviedo. El próximo domingo - a las 12 del mediodía- comparece en Los Pajaritos, en Soria, en la 27ª jornada, con una buena oportunidad para distanciarse de un rival -noveno clasificado- del que ahora le separa cinco puntos y al que puede dejar a una diferencia ocho en caso de victoria. El cuadro castellano y leonés había trazado una magnífica racha de tres triunfos seguidos (ante Getafe, Alcorcón y Reus) cortada de golpe el pasado fin semana al perder en el campo del Nástic de Tarragona. El Cádiz, si regresa de suelo soriano con los tres puntos, se descolgaría de un equipo que, bajo la batuta del técnico Jagoba Arrasate, practica buen fútbol y ve puerta con facilidad.

No habrá pasado semana completa cuando los amarillos volverán a jugar lejos de casa, esta vez para medirse a todo un Real Oviedo -quinto-, con el que a día de hoy está empatado a 41 puntos. Imposible más igualdad. Un choque en las alturas -sábado 4 de marzo a las ocho de la tarde- que evoca recuerdos nada gratos de aquella eliminatoria de fase de ascenso entre campeones de grupo resuelta a favor de los carbayones. El conjunto asturiano, de la mano de Fernando Hierro, ha logrado dibujar una senda de regularidad -ha ganado los últimos tres encuentros- que le sirve para entrar de lleno en la puja por la promoción. Si los de Cervera salen vivos del Carlos Tartiere darán un importante paso hacia delante ante uno de los mejores equipos locales de Segunda División A.

El cuadro gaditano regresará al estadio Ramón de Carranza el domingo 12 de marzo (a partir de las seis de la tarde) en el 29º capítulo para recibir al Rayo Vallecano, una de las sorpresas negativas de la competición al verse con el agua al cuello inmerso en la pelea por la salvación cuando, en su condición de descendido de Primera División y por el potencial de su plantilla, antes del comienzo del curso era uno de los favoritos al ascenso. Ahora firmaría la permanencia con los ojos cerrados. El Cádiz hizo en Vallecas su peor partido en lo que va de campaña -cayó por un contundente 3-0- y en el templo cadista tendrá la ocasión de sumar tres puntos más ante un rival cuya necesidad le puede hacer más peligroso. Los madrileños, 16º con 28 puntos, llegarán con su tercer entrenador del presente ejercicio tras las destituciones de José Ramón Sandoval y Rubén Baraja.

La jornada 30ª del torneo liguero -el fin de semana del 18-19 de marzo- se presenta como un auténtico desafío para un Cádiz que de nuevo tendrá que jugar sus cartas lejos del Carranza ante uno de los equipos más fuertes de la categoría de plata: el Girona. Los de Cervera plantaron cara e igualaron a cero en casa en la primera vuelta frente a un conjunto catalán que pone la directa hacia el ascenso directo en la segunda posición con 49 puntos, ocho más que el trío perseguidor formado por Cádiz, Tenerife y Real Oviedo. La intención de los amarillos es puntuar en Montilivi no para dar caza al cuadro catalán -misión harto difícil-, sino para continuar firme en la cerrada pugna por los puestos de promoción.

El final de marzo es de traca. El 25 o el 26, el Carranza acoge una cita vital entre Cádiz y Tenerife, ambos a día de hoy con 41 puntos. Quizás no lleguen empatados a ese compromiso, pero es una oportunidad de oro para que los gaditanos, apoyados por su afición, sume tres puntos y deje a cero a un adversario envuelto en una dinámica exitosa que le ha llevado hasta la zona de arriba. En la primera vuelta, los gaditanos arañaron un empate del Heliodoro Rodríguez López con un gol de Gorka Santamaría en el tiempo de prolongación. Si los de Cervera ganan en su feudo, tendrán a favor el goal average particular, un factor a tener en cuenta dada la igualdad reinante.

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