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La victoria de Fran en clave municipal

  • Podemos. La entrada de Luis Ben y el apoyo de Pérez Peralta pueden servir para suavizar la relación

Fran González recibe la felicitación de Carmen Chico tras su victoria del pasado jueves.

Fran González recibe la felicitación de Carmen Chico tras su victoria del pasado jueves. / julio gonzález

2el PSOE vive desde el viernes una nueva etapa que podría ser continuista por el hecho de estar la misma persona al frente pero que podría ser distinta porque ha entrado savia nueva en la Ejecutiva y porque tras estos cinco años la sociedad, en primer lugar, y el partido, en segundo, han cambiado. Si después de lo ocurrido el jueves se sigue con la gresca, nada habrán conseguido y Cádiz seguirá alimentando la fama que le precede desde hace mucho tiempo. Uno de los mayores retos de Fran González será que los más críticos vuelvan al redil o por lo menos que no sigan con ganas de seguir incendiando el monte. Si el tema sólo se tratara de confrontar ideas, todo sería más sencillo. El problema es cuando esas diferencias se centran en lo personal y en antiguas cuitas. Ahí la herida es mucho más complicado de suturar.

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Una persona del entorno del gobierno de Podemos en la capital gaditana se sorprendía hace unos días del apoyo que personas como Federico Pérez Peralta y Luis Ben pudieran prestar a la candidatura de Fran González. Desde la fila violeta se veía el actual proceso de los socialistas como una oportunidad para el desgaste político del portavoz municipal, que en estos dos años tienen la sensación de habérselo encontrado más veces utilizando su llave para cerrar el candado que para abrir puertas que facilitara acuerdos. Además de la distancia programática e ideológica está también la personal.

Y se sorprendían desde Podemos porque precisamente tanto Luis Ben como Federico Pérez Peralta han sido personas que han tenido contacto a lo largo de estos dos años y medios con gente del entorno de Podemos y con los que han intercambiado ideas.

Que Luis Ben esté al frente e la Secretaría de Política Municipal no responde a ninguna casualidad. Precisamente esta figura puede ser fundamental para poder abrir vías de diálogo con Podemos.

Al final el pizarrismo ha conseguido colocarse bien en la Ejecutiva de Fran González, como lo hicieron hace unas semanas en la provincial de Irene García. A través de la tercera vía , la del 'patxismo' , han sabido jugar bien sus cartas y han conseguido tener una influencia mucho mayor que el número que representa.

En esta relación con Podemos también hay un asunto que no se puede pasar por alto. Hasta ahora el equipo de gobierno municipal siempre le había echado en cara a Fran González que estaba tomando un camino muy alejado de lo que quería la militancia de este partido, sobre todo cuando lo acusaba de aliarse con el Partido Popular. Fran González se encargó de recordarlo él mismo en la noche del jueves: "éste también es un respaldo de la militancia a la labor del grupo municipal".

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Blanca Flores ha vuelto a estrellarse por segunda vez contra el muro de los votos de la militancia. La diferencia entre la primera intentona y esta es que la e 2008 sí que era un proyecto alternativo al oficialismo que entonces encarnaba Pérez Peralta. Ahora ha representado a una amalgama de sensibilidades, intereses, luchas o como se las quiera llamar en la que ella ha sido sólo el instrumento que ha servido para aglutinar todo eso. Flores no fue el primer plato en la mesa de aquellos que buscaban a toda costa una candidatura anti Fran González. Uno de los llamados y que fueron tentados antes que Blanca Flores fue José Pacheco, miembro del grupo municipal del PSOE, lo que hubiera supuesto abrir una brecha en un equipo que hasta ahora se ha mostrado sin fisuras, como se demostró en la piña que formaron en la celebración del otro día. Pacheco dijo que no y dio un portazo. El jueves, cuando el secretario general entraba en el salón de actos tras conocer que había ganado, el primer abrazo cariñoso y efusivo que recibió fue el de Pacheco.

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Ni tan exagerado como el abrazo que le dio Fran González a la derrotada Marta Meléndez hace cinco años tras la Asamblea Local, excesivo y forzado por el desencuentro público que había entre ambos, ni la despedida a la francesa que hizo el otro día Blanca Flores de la sede de Gaspar del Pino. Se marchó por la gatera.

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