Cádiz

Tres versiones de una crisis

  • Algunos centros explican cómo están viviendo la coyuntura económica actual

Bien, mal y regular. Como todo en la vida. Así vive el sector que se encarga del cuidado y atenciones a los mayores en residencia en la ciudad la crisis económica. Visiones diferentes sobre una misma situación económica.

Empecemos la ruta por la cara más negativa de la moneda, que posiblemente puedan ser los casos de San Juan de Dios y de la residencia de las Hijas de la Caridad en Candelaria. El antiguo hospital está funcionando al 40% y acaba de adentrarse en un nuevo conflicto laboral con la plantilla porque Gerón está abonando el 50% de la nómina, al parecer por los impagos de la Junta de Andalucía. De hecho, la pasada semana se hacía público (a través de este periódico) el anuncio de huelga por parte de la plantilla. Gerón, además, cuenta con otro centro a pocos metros (Santo Domingo) que tampoco puede poner en marcha ante la paralización en el concierto de plazas por parte de la administración autonómica.

En el caso de las Hijas de la Caridad, el geriátrico que mantienen en la plaza de Candelaria fue objeto de una profunda remodelación para adaptarlo a la normativa y lograr así el concierto de 35 de las 47 plazas del centro ya acordado con la Junta de Andalucía. Pero una vez hecha la inversión y la obra, la administración ha dado marcha atrás y la comunidad religiosa está atravesando graves dificultades para mantener abierto el centro, ya que, aunque es privado, las ancianas residentes aportan lo que pueden en función de su pensión. Por ello, las Hijas de la Caridad están estudiando desde Sevilla qué solución se le da a esta situación, siendo una de ellas la cerrar el equipamiento.

Un ejemplo a nivel intermedio es el de la residencia Fragela (en la plaza del Falla). Su director, Pablo Otero, asegura que el centro "funciona bien" pero que la Junta "paga regular" el concierto de plazas. Fragela tiene 65 plazas concertadas y otras siete en régimen privado. Y ante estas cifras, Otero se muestra tajante: "No podemos cerrar, tenemos que aguantar. Y podemos hacerlo porque estamos haciendo las cosas bien", afirma. En este sentido, destaca que los trabajadores "cobran a final de mes y sus pagas extraordinarias" sin problemas, pese a ese retraso de la Junta en el pago de las plazas concertadas.

Curiosamente, en medio de una gran crisis económica que sacude a la totalidad del país, uno de los ejemplos positivos de la situación actual de la geriatría en Cádiz viene del sector privado. En la residencia Gades, plaza de San Antonio, están capeando sin grandes problemas la situación actual. El edificio (que hace esquina con Buenos Aires) cuenta con 56 plazas y aunque actualmente no está ocupado al 100%, el nivel es aceptable. Y al no depender de la administración autonómica -"gracias a Dios", comentan desde el centro- los ingresos llegan con normalidad cada mes, lo que hace que la plantilla no haya sido rebajada en estos años o que el precio de la plaza lleve congelado los tres últimos ejercicios.

El gerente de la Fundación Gerón, Javier Merino, comenta sobre la situación actual que "todo el sector lo está pasando mal". Residentes que abandonan los centros para volver a ser cuidados por sus familiares (al haber miembros en paro), plazas disponibles que no se usan por no poder concertarlas con la Junta, retrasos en el pago de las administraciones... Pero, al parecer, hay casos donde la situación se sobrelleva mejor y en otros peor. Y en los últimos, simplemente regular.

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