El matrimonio procesado por el crimen de La Viña se sentará de nuevo en el banquillo el próximo 12 de mayo. Es la fecha provisional que la Sección Cuarta ha señalado para iniciar la repetición del juicio por la muerte de Dominga Ramírez Ureba, apuñalada en octubre de 1998 en su partidito de la calle Paco Alba. J. e I., vecinos de la víctima, fueron acusados de asesinato y juzgados en junio de 2002. Un jurado los halló no culpables y fueron absueltos. Tras un recurso, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ordenó repetir el juicio, decisión revocada después por el Tribunal Supremo, al que luego enmendó el Tribunal Constitucional.

En principio, el juicio comenzará el próximo 12 de mayo y sumará nueve jornadas más, hasta el momento de los informes finales de la Fiscalía, la acusación particular y las defensas. A partir de entonces, el jurado recibirá las preguntas a las que debe responder y empezará a deliberar en busca de un veredicto.

El Tribunal Constitucional decidió el pasado octubre invalidar el primer juicio, y repetirlo, al considerar vulnerado el derecho de la familia de la víctima a contar con un abogado de oficio en la vista oral. Los familiares se personaron como acusación en el procedimiento con un letrado pero poco antes del juicio se retiraron y pidieron un abogado de oficio. La comisión de justicia gratuita se lo denegó: estimó que la familia de la víctima tenía ingresos suficientes como para pagar a un letrado. Pese a ello, el TSJA y después el Constitucional consideraron que el magistrado que presidió el tribunal del jurado no cumplió los trámites pertinentes para facilitarles a los familiares de la víctima un abogado de oficio.

Esa decisión no es contradictoria, jurídicamente, con el hecho de que al segundo juicio, previsto en principio para el próximo mayo, la familia de Dominga Ramírez asista representada por un abogado que no es de oficio.

El tribunal del jurado será presidido en esta ocasión por el magistrado Manuel Estrella. El próximo trámite de preparación del juicio será el sorteo del que deben salir 36 candidatos a jurado, a quienes la Audiencia notificará que han sido elegidos y que pueden presentar alegaciones si lo consideran oportuno.

El procesado por el crimen, J., estuvo casi cuatro años en prisión preventiva y quedó en libertad tras la lectura del veredicto que lo absolvió. De eso hace ya más de cinco años. Su esposa, I., estuvo un año en prisión preventiva.