medio ambiente

Los riesgos de los temporales

  • El profesor de la UCA Javier Benavente considera que existe una probabilidad "alta" de que se puedan inundar los chiringuitos en invierno

Un temporal en la pasada primavera provocó un enorme escalón en la playa de La Victoria.

Un temporal en la pasada primavera provocó un enorme escalón en la playa de La Victoria. / JULIO GONZÁLEZ

La playa es un elemento vivo que cambia según la época del año por el efecto de las mareas, el oleaje o los temporales, que hacen que su perfil esté variando constantemente. Es una cuestión cíclica. La bonanza del verano permite que presente su mejor aspecto, mientras que las tempestades del invierno hacen que pierda parte de su arena, que posteriormente recuperará, y el mar, en algunos momentos, llegue a invadir una buena parte de este espacio.

La calma ha llegado a los chiringuitos la pasada semana tras la tramitación por parte del Ayuntamiento de Cádiz de la solicitud de autorización de apertura extraordinaria en precario de los restaurantes playeros para el presente invierno según los términos fijados por la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Una petición que acompaña a la tramitación de la modificación sustancial de la Concesión de Ocupación del Dominio Público Marítimo-Terrestre, por la que ya se podrán quedar los negocios montados de forma permanente durante todo el año.

Aunque ya en el pasado ejercicio se pudieron disfrutar los chiringuitos en invierno, lo que era una autorización sólo para tres meses dejará de ser temporal, por lo que ya no serán unos restaurantes de temporada. Ante esto, los chiringuitos se han tenido que preparar para que los clientes puedan disfrutar de sus servicios de la manera más cómoda posible.

Para cumplir con este trámite, los propietarios de los seis establecimientos que van a permanecer han tenido que entregar un estudio de la dinámica del litoral y otro sobre los efectos de la regresión de la costa y del cambio climático. ¿Están expuestos los establecimientos a algún tipo de riesgo por estar en la playa en invierno?

El profesor de Dinámica del Litoral del Grado en Ciencias del Mar de la UCA, Javier Benavente, asegura que uno de los problemas que existe en este proceso es que "se deberían hacer estudios por municipios o más generalizados" sobre los efectos de la costa en vez de los pormenorizados que se exigen, de manera que las administraciones que tienen las competencias "sean las que se impliquen en trazar esas zonas de más o menos riesgo". Asimismo, recalca que "a nivel físico y natural no tiene sentido que se haga un estudio en una zona tan pequeña".

Benavente, dentro del grupo de investigación de Geomorfología Litoral y Marina de la UCA, ha trabajado en los estudios de la dinámica del litoral para chiringuitos de la playa de la Victoria en Cádiz y en las de Vistahermosa, Las Redes y Valdelagrana en El Puerto.

Centrado en la capital, el experto es muy claro al aseverar que "la situación a la altura del cementerio -en la playa de La Victoria- es la que en peores condiciones puede estar". Esto lo sustenta en el informe que tramitó hace un año, que se basó en la manera en la que se estudia "la inundabilidad fluvial", por lo que "se trazaron líneas con distinta probabilidad de inundación". De esta forma, se comprobó que "hay zonas más peligrosas, como el cementerio y Santa María del Mar". "Yo, como amigo, le hubiera dicho que retiraran los chiringuitos en esta zona", sentencia el profesor tras señalar que la probabilidad es del "100% que se inunde". De hecho, los dos chiringuitos de este espacio son los únicos que no estarán durante el invierno en La Victoria.

En el tramo central de esta playa la probabilidad de inundabilidad es del 25%, por lo que considera que es una posibilidad "alta". Sobre las condiciones para que se pueda dar este riesgo, el profesor apunta que existe "en caso de que haya un temporal que no fuera excesivamente extremo que coincida con una marea viva por haber luna llena o luna nueva". Por esto, recalca que "no hace falta tener unas condiciones extremas, sino que con unas normales un chiringuito se puede inundar, con el peligro que existe para los equipos de refrigeración y las instalaciones eléctricas, ya que si se inunda se puede perder todo".

A pesar de esto, Benavente reconoce que "no hace falta ser un experto" para saber que este espacio de La Victoria es donde menos riesgo de inundación hay "al ser la zona de más anchura de la playa y donde hay más altura de la arena", a diferencia de sus extremos, en donde "es más estrecha".

Uno de los condicionantes que hacen que exista el riesgo de inundación en invierno es el perfil de la propia playa. Comenta Benavente que por la acción de los oleajes "en invierno se erosiona de forma natural. No es que haya que reperfilar ni reconfigurar, pero hace bajar la cota y la penetración del oleaje es mayor, además de tener mayor altura". En verano, además de ser el oleaje más suave, "se reconstruye de forma natural la derma -el perfil de la playa- y actúa como zona de protección".

Por su parte, Cortadura, al ser natural, tiene unas características diferentes, ya que "el sistema de dunas y la playa son un ambiente vivo, ya que se alimentan mutuamente". Ante esto, considera como "acertada" la medida de colocar el chiringuito Nahu Beach sobre pilotes para evitar posibles inundaciones y permitir el tránsito de la arena.

Con todo, el profesor de la UCA asevera que "no soy partidario del mantenimiento a lo largo de todo el año de los chiringuitos porque están construidos en una zona inundable durante los eventos más energéticos del invierno". En su opinión, "en algunas zonas, como el cementerio, no se debería permitir más allá de la época estival", a lo que une la necesidad de "tomar medidas como sobreelevar los chiringuitos o la realización de estudios de riesgos de inundación" para poder mantener estos restaurantes durante todo el año.

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