Cádiz

Las reservas de sangre se normalizan gracias a la solidaridad ciudadana

  • Hay 1.100 bolsas de sangre frente a las 450 que se contabilizaron en enero

El Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) de la provincia de Cádiz ha normalizado el nivel de reservas de sangre gracias a la solidaridad de los ciudadanos. En la actualidad se contabilizan 1.100 bolsas de sangre en reserva, frente a la cifra de 450 que llegó a alcanzarse a mediados del mes de febrero.

Precisamente en ese momento el CRTS realizó un llamamiento urgente a la población para que donase sangre, que ha persistido desde entonces. Con sólo 450 bolsas de sangre en reserva, se situaba la provincia en unos niveles muy inferiores a lo que se considera idóneo, que está entre las 1.100 y las 1.200 bolsas, para poder hacer frente sin problemas a las necesidades de los hospitales gaditanos. Se apuntó entonces que incluso podría verse afecta la actividad quirúrgica hasta el punto de que pudiesen retrasarse algunas operaciones.

La respuesta de los ciudadanos hizo que, en sólo una semana, se registrara un aumento de las donaciones de sangre de un 43%. Por este motivo tanto la Delegación Provincial de Salud como el Centro de Transfusión Sanguínea han mostrado su "agradecimiento a la ciudadanía por su solidaridad y a los medios de comunicación por su efectiva difusión del llamamiento para donar, ya que ello ha permitido normalizar las reservas para abastecer de sangre y hemoderivados a todos los hospitales de la provincia, tanto públicos como privados".

Sin embargo desde el CRTS se ha recordado que la necesidad de sangre es permanente y, por tanto, que sigue siendo preciso que se done. De hecho, se precisan unas 150 donaciones diarias y, para ello, habría que lograr nuevos donantes así como que los que son donantes habituales se acerquen en lo posible al máximo de donaciones anuales recomendadas, que es de tres, para las mujeres, y cuatro, para los hombres.

Tanto en Cádiz como en el resto de España cada vez es más difícil cubrir las necesidades de sangre. El número de nuevos donantes no aumenta y, por contra, la demanda de plasma va al alza. Esto se debe fundamentalmente a dos cuestiones: el envejecimiento de la población y el avance de la técnica médica. Esto es, a partir de los 60 años aumentan las probabilidades de que la persona necesite una transfusión. El envejecimiento de la población hace que se precise más sangre y que, al haber menos jóvenes, haya menos nuevos donantes. Por otro lado, los avances científicos hacen que se realicen hoy muchas más operaciones, transplantes y tratamientos contra el cáncer que antes.

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