david navarro. concejal de hacienda del ayuntamiento de cádiz

"Mi reprobación es una moción de censura encubierta"

  • "Es digno de estudio político que precisamente la oposición más agresiva nos la esté haciendo el PSOE, que es quien con sus votos nos apoyó para poder llegar a la Alcaldía de la ciudad hace dos años"

"Mi reprobación es una moción de censura encubierta"

"Mi reprobación es una moción de censura encubierta" / fito carreto

-¿Sorprendido por la propuesta del PSOE para su reprobación? ¿Le convierte el hecho de no haber vendido el hotel del estadio en un inútil y un irresponsable político?

-Lo que me sorprende es que el PSOE está atacando a quien intenta buscar soluciones para esta ciudad tras los desaguisados del PP, y no ha ido nunca contra quien causó el problema, que ha sido el Partido Popular. Creí que el PSOE era un poco más inteligente a la hora de intentar articular esta maniobra política, pero ha sido demasiado zafio. Que no se pase por alto que lo que han hecho es presentar una moción de censura encubierta, una moción de censura mini si queremos, pero es así. Lo han intentado cubrir para que pase un poco desapercibida, pero ir con este argumento para deslegitimarme delante de la opinión pública e intentar quitarme prestigio político es muy zafio. De todas formas, analizando los dos últimos meses, el PSOE ha presentado reprobaciones y peticiones de dimisiones de todos los miembros del equipo de gobierno, cuando antes, desde que está Fran González a la cabeza, jamás pidió una reprobación al PP. Eso es bastante significativo.

-¿No es sorprendente que la oposición más dura que se están encontrando sea precisamente la del PSOE?

-Es algo digno de estudio político, porque nos encontramos a un PSOE que nos apoyó en 2015, que nos prestó sus votos con el argumento de darle a la ciudad otra forma de gobernar, pero efectivamente la oposición más agresiva es la del Partido Socialista. Que no solamente no deja gobernar sino que sus políticas van en contra de lo que intentamos llevar a cabo. Si empezamos a analizar propuestas que han llevado los socialistas al pleno todas tienen que ver con lastrar e hipotecar un presupuesto que ya de por sí es raquítico. Es una forma de hacer oposición muy destructiva, nunca ha habido una tregua, no nos han dejado respirar para poder pensar, al contrario siempre hemos tenido una oposición bastante desleal por parte del PSOE.

-¿Le ha faltado valentía a la oposición para presentar una moción de censura?

-Tanto el alcalde como yo hemos tirado el guante a la oposición para que se decidiera de una vez, porque su comportamiento así lo aconsejaba. Nos consta que ha habido reuniones entre los tres grupos de la oposición, porque lo que seguimos diciendo es que o bien nos dejan trabajar o bien presentan esa moción de censura, pero que no puede haber ese intermedio en el que ellos están anclados. El PSOE siempre dice que con sus propuestas están intentando mejorar la gestión del equipo de gobierno, pero yo puedo decir con rotundidad que la inmensa mayoría de las propuestas socialistas son justamente para lo contrario. Lo ideal sería que hubiera una fluidez con todos ellos, también PP o C's, para ver medidas a ejecutar en la ciudad, pero eso no existe, y no es por falta de ganas de este equipo de gobierno.

-¿Se siente como una estera a la que están sacudiendo?

-Yo lo que siento es que estamos haciendo un buen trabajo económico, y a los hechos me remito, porque los datos están ahí y son irrefutables. Tuvimos que ir incluso al Ministerio de Economía y Hacienda para que nos pasaran el examen de la gestión económica del Ayuntamiento y no solamente nos aprobaron sino que nos ponían como referencia y paradigma entre los ayuntamientos de España. Eso habla bastante bien de lo que estamos haciendo y bastante mal de todos los intentos de descabalgamiento de la oposición. Cuando anunciamos que la deuda a proveedores se estaba reduciendo de forma vertiginosa, a Juan Cantero no se le ocurrió otra cosa que decir que mentíamos, y a los pocos días salió un informe del Ministerio que decía lo mismo que nosotros anunciábamos.

-En la última semana el PP ha realizado una ofensiva con el tema de las cuentas. Primero dando unos datos en los que le acusaba de haber mentido al decir que el segundo semestre de 2015 se había reducido la deuda en más de diez millones (el PP afirma que aumentó en 22), y luego con un informe del Tribunal de Cuentas muy desfavorable sobre el presupuesto de 2016. ¿Qué valoración hace de ambos asuntos?

-Es curioso porque la documentación que maneja el PP es siempre exclusiva, en todos los ámbitos, siempre va dos pasos por delante de todo el mundo. Es sospechoso. La información del Tribunal de Cuentas sólo la manejará el concejal Fernández, porque en este ayuntamiento, ni yo, ni la Intervención, ni la Secretaría municipal, tenemos ningún tipo de aviso, escrito o informe por parte de ningún organismo como el Tribunal de Cuentas.

-¿Y le han pedido algún tipo de explicación por ello al Tribunal de Cuentas?

-Estamos ya acostumbrados a que esto ocurra. Es casi una norma. Pero lo que tengo que decir es que la información que daba el PP no es cierta, porque tanto Intervención como Secretaría y Tesorería confirman la reducción de la deuda con informes que son públicos. En el escrito del interventor, firmado por su puño y letra, quedó reflejado el pasado año que se había reducido la deuda en 20 millones de euros. No lo decimos nosotros sino los informes. No vamos a basar los informes que pasamos al Ministerio de Economía y Hacienda en meras conjeturas.

-Históricamente, todos los ayuntamientos han incluido partidas como la del hotel del estadio que estaban pendientes de venta en sus presupuestos. Sin embargo a veces da la sensación de que esta práctica es absolutamente nueva y que la han inventado ustedes. ¿Cuando ve esa oleada de críticas cómo reacciona?

-A mí me parece una falta de respeto a nuestros intentos por conseguir un dinero para la ciudad. La oposición tiene la obligación de fiscalizar al equipo de gobierno, eso no lo vamos a discutir nunca, pero también tiene la obligación de realizar una oposición constructiva que en muy contadas ocasiones ha realizado. La única vez fue con la Edusi, que se ha traducido en una inversión de 15 millones de euros en la ciudad, y eso es en lo que tiene que pensar la oposición, lo que no pueden es estar maquinando en cómo poder hacernos daño.

-¿Y no le cansa esto?

-Mire, yo llevo un año dedicado en cuerpo y alma a la venta del hotel, como un agente inmobiliario. Mañana, tarde y algunas noches. He enseñado el hotel unas 30 veces. El PP no lo enseñó ni una sola vez en los dos procesos desiertos de subasta que promovió. Ahí se ve el interés que tenían en venderlo. Si PP, PSOE o C's hubieran presentado alternativas de grupos inversores que hubieran presentado ofertas, no para beneficio del equipo de gobierno, sino de la ciudad, todo habría sido diferente. Para nosotros habría sido muy fácil decirle a Zona Franca que cumpliera lo que reflejaba el convenio firmado en 2013 y haberle dicho que comprara el hotel, de este modo nos habríamos quitado esa presión.

-Pero usted sabe que en el convenio sólo viene reflejado que el Ayuntamiento podría ofrecerle al Consorcio una opción de compra y que este podría estudiarla durante un año.

-Le hago la pregunta al contrario. Usted cree que si estuviera el PP en el gobierno local iba a resistirse Zona Franca a comprar el hotel como ya hizo con los locales del resto del estadio. Le habrían dicho cómprame tú el hotel que ya tú lo colocarás como sea. Por eso digo que si hubiéramos puesto todos el mismo empeño en vender el hotel este no sólo estaría ya vendido sino igual hasta construido.

-¿El hecho de haber visto el hotel prácticamente vendido les ha podido perjudicar?

-Creo que sí, pero es que estaba casi hecho en varias ocasiones. Concretamente en tres ocasiones estaba casi vendido.

-¿Y qué pasó?

-Pues que no se concretó la operación.

-¿Por qué?

-Habría que preguntarle a los grupos inversores por qué dieron marcha atrás. El miércoles 19 a las doce de la mañana la operación estaba cerrada, para presentación de sobres vamos, y por la tarde se rompió la operación. Se buscó financiación para señalar la operación y para su posterior construcción. Pero antes hubo otras dos ocasiones en que ocurrió lo mismo.

-Frustrante ¿no?

-Frustrante porque luchar contra las adversidades, cuando se le pone mucho esfuerzo, mucho trabajo, mucho desechar también porque había ofertas que no tenían las garantías suficientes, requiere mucha energía. Ha sido un año muy intenso. Igual me ha llevado más desgaste incluso que la elaboración de los presupuestos.

-¿Cabe la posibilidad de que se rebaje el precio del hotel, aunque esto suponga una descapitalización del Ayuntamiento?

-Ahora nos reuniremos con los diferentes técnicos para ver cómo se puede afrontar una nueva operación de enajenación de patrimonio. Nosotros no hemos venido aquí solo a pagar, para eso nos hubiéramos quedado en casa. Nosotros queremos implementar políticas en las que creemos firmemente, políticas sociales, inversiones en vivienda, en empleo, darle un sentido completamente distinto al modelo de ciudad, que la gente tenga mejor calidad de vida de la que tenía antes, pero claro, con las arcas municipales como nos las hemos encontrado primero tenemos que ver cómo reflotamos la economía, y luego intentar encontrar liquidez para poder afrontar las inversiones. Una de las maneras más directas que habíamos visto era la enajenación del hotel de un estadio que costó 38 millones a la ciudad, por más que el PP repitió hasta la saciedad que iba a costar cero euros a los gaditanos.

-¿La petición de su dimisión le distrae, le hace pensar incluso en arrojar la toalla?

-Hombre, hay momentos de flaqueza. Yo era funcionario, ganaba más que ahora, tenía un mes de vacaciones... Afortunadamente tengo una familia que me comprende bastante y si no fuera por ellos no estaría aquí. Ellos padecen este nivel de estrés, claro, mi mujer, mis dos hijos, que a veces me lo recuerdan, pero yo no cambié mi vida por comodidad, antes tenía mi jornada laboral con un horario determinado, sin embargo tengo muy claro que dar un paso atrás sería traicionar la confianza de la gente que nos votó, y un síntoma de cobardía, y aquí hemos venido justo para lo contrario, para ser valientes, y el hecho de que arrecien las agresiones políticas y las campañas contra alguien en particular nos hace pensar que cuando están ladrando e intentando morder los tobillos es porque somos molestos, lo cual nos carga más de energía. Así que nos reafirma.

-¿La imposibilidad de vender el hotel aboca a los presupuestos a ser prorrogados?

-Es una posibilidad, como lo es tener un proyecto de presupuestos nuevos. El equipo de gobierno estudiará todas las posibilidades que quedan en la actualidad y sobre eso se determinará. Cuando lo tengamos claro lo comunicaremos. Creemos que nadie puede tener duda de la gestión económica que estamos haciendo en estos dos años. Hemos estabilizado al paciente, que estaba en estado crítico, los datos están ahí, y ahora lo que queremos es poner en prácticas nuestras políticas.

-En estos dos años se ha escuchado a la oposición llamaros de todo por sus decisiones económicas. Les han dicho muchas veces como no se hacen las cosas, pero ¿alguna vez les han dicho cómo las harían ellos?

-Nunca. Jamás. Cuando el alcalde entró en su despacho la anterior alcaldesa no había dejado ningún documento, ni siquiera se ofreció a mantener una reunión con él. Ningún concejal nos ha ofrecido una ayuda directa, aunque sea para hacer una oposición constructiva. Nunca hemos tenido una mano tendida por parte del Partido Popular ofreciéndonos su experiencia. No sólo nos han dejado solos sino que nos están rodeando con un ánimo muy beligerante desde el primer día. No nos dejaron ni los 100 días de cortesía. Desde que llegamos la campaña ha sido de acoso y derribo constante. Eso, lejos de cansarnos, nos ha revitalizado más. Y aún tenemos más ganas y más experiencia, porque estamos doctorados en cómo aguantar carros y carretas.

-¿De qué se siente más orgulloso de estos dos años de trabajo?

-Pues quizá de que la gente nos ve como personas normales, honradas, cercanas, que vengan proveedores a agradecernos de que ahora se les pague en menos de 30 días de media en vez de los 116 de antes. El hecho de que la gente nos identifique con sus problemas a diario, que vea que la proximidad es diferente a lo que existía antes nos gusta. Antes había una trinchera demasiado ancha entre la clase política y la ciudadanía. Nosotros tenemos claro que nuestra dedicación a la política es temporal y cuando llegue el final nos retiraremos a nuestros trabajos.

-¿Su carrera política tiene fecha de caducidad?

-Sí, desde siempre.

-¿Repetirá en las listas de las municipales para 2019?

-Pues no sé si mi salud mental aguantará ocho años. No lo tengo claro todavía, la verdad. Llegará un momento en que tengamos que hablar y ya decidiré. Por ganas no va a ser, pero tiene que haber unos condicionantes que me ilusionen, de igual manera que me ilusionaron en 2015.

-¿Y qué ha sido lo que más le ha decepcionado desde que llegó al Ayuntamiento?

-La clase política. La forma de gestionar la política por parte de algunas personas. Eso es lo que más me ha decepcionado. Yo pensé que la política era otra cosa, era un servicio a la ciudadanía, era intentar unirse para construir cosas, pero en muchísimas ocasiones he comprobado que la política está para intentar hacer daño al enemigo, al adversario. Yo no considero enemigos a los grupos de la oposición.

-¿Qué objetivo se marca para los próximos dos años?

-Pues el horizonte financiero es bastante esperanzador, porque acabamos de salir de un proceso en el que el gobierno se ha visto obligado a aprobar un periodo de carencia para las administraciones públicas, entre ellas los ayuntamientos, que vamos a salir mayoritariamente beneficiados, y eso nos va a dar un poco de aire económico. Eso se verá en la ciudad en los dos próximos años. Hasta ahora hemos intentado sanear las cuentas para primero demostrar que somos solventes en la parcela económica, y después para que nadie venga a bloquearnos y embargarnos como recuerdo nos pasó, que nos querían embargar la PIE. Ese peligro ya ha pasado. Sobre todo porque eso ocurriría cuando el plazo medio estaba en 116 días, y ya va por debajo de 30.

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