Llevamos tres décadas dándole vueltas a cómo solventar los problemas sociales, laborales, educativos, habitacionales, que soportan barrios de la ciudad como La Paz, Loreto, Puntales, Cerro del Moro, Guillén Moreno y Segunda Aguada. Todos los que durante décadas estaban “al otro lado de la vía del tren” y que acumulaban las mismas décadas de falta de inversión.

Es cierto que tras la llegada de los ayuntamientos democráticos en 1979 se han realizado importantes inversiones y que la eliminación de la barrera férrea ha roto un muro que iba más allá de lo físico. Pero lo realizado apenas ha rebajado las alarmantes cifras que llevan a los más de 20.000 vecinos que residen en estos barrios a estar en riesgo de exclusión social o al límite de ello.

Ahora un nutrido grupo de colectivos ciudadanos, entre los que se encuentran los más activos a la hora de plantear proyectos de futuro para Cádiz, han elaborado un informe intenso y extenso sobre la realidad de estos barrios. El documento, adelantado el pasado martes por Diario de Cádiz, ya está en manos de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento gaditana. Ahora, mientras que estas entidades dejan claro que van a seguir trabajando en este proyecto, se espera encontrar financiación para sacarlo adelante, tal vez lo más complicado de todo este proceso, en estos tiempos de ajuste económico. Para ello se quiere integrarlo en la Estrategia Regional de Zonas desfavorecidas, que prepara la administración regional.

Pero más allá de la obligada financiación, las entidades, que ayer presentaron el documento públicamente, luchan por conseguir algo que para ellos es prioritario, esencial: que las administraciones trabajen de forma conjunta, elaborando un Plan Global sobre el que se basen todas las actuaciones a realizar a partir de ahora. Se tiene la experiencia de lo realizado en estos años, programas sobre temas puntuales que al final apenas si han servido para tapar huecos. Y lo que se quiere ahora es atajar el problema, los problemas, en profundidad, desde la base y hasta la última esquina.

“Lo fundamental es la colaboración entre las administraciones. No vale hacer convocatorias individualizadas; hace falta un plan global para actuar de forma coherente y con un plazo de tiempo adecuado”, destaca Carlos Gentil, uno de los portavoces de este colectivo, que considera como pasos positivos que la Junta se encuentre actualmente reestructurando toda su estrategia en estos barrios socialmente más degradados, mientras que el Ayuntamiento de Cádiz, que atraviesa una grave situación financiera, apuesta también por un Plan Local de Exclusión “en el que queremos estar presentes”.

Los colectivos no sólo han puesto sobre la mesa las estadísticas sobre estos barrios, también plantean alternativas de trabajo en un documento que en su momento podrá servir de base o de ayuda al informe que elabore el Ayuntamiento para obtener fondos de la Estrategia Regional que prepara la Junta. Estas son algunas de las claves del documento de las asociaciones.

-Adecuación de los recursos y gestión de los mismos, en coordinación con las administraciones, mejorando la difusión y el acceso a estos recursos, la personalización de los mismos y la adecuación de equipamientos para su desarrollo.

-En materia educativa se fomenta la prevención. Las zonas estudiadas tienen muchos centros pero sólo dos de ellos son centros de formación compensatoria, que se quiere se extienda a la totalidad. Se pide la apertura de todos los centros más allá de la práctica lectiva. Se asume la necesidad de hacer un “esfuerzo complementario” para la mejora de la formación para lo que se considera que son esenciales ofertas como las escuelas taller. Y junto a ello, la promoción de la economía social.

-En clave social, también se prioriza la prevención antes de tener que buscar soluciones a los problemas. Creación de una Mesa de Jóvenes en la zona de actuación; necesidad de ampliar la bolsa pública de viviendas, con mejoras estructurales. Unido a ello, reformas en los espacios comunitarios, con más zonas de ocio y socialización, incentivando el comercio de proximidad.

En materia de salud, se ve con buenos ojos planes como el que el Ayuntamiento ha elaborado para el barrio de La Viña.

-Todo ello concluye con un mensaje trascendental para el colectivo: recuperar el concepto de “orgullo de barrio”. “Que todos se sientan vecinos de primera categoría y no en situación de exclusión”.