Las tradicionales barbacoas del Trofeo Carranza son ya historia. La imagen insólita de una playa casi vacía, además de las medidas de seguridad para impedir el acceso de grupos con botellón a la arena, así lo atestiguan. Controles en los accesos y policías locales patrullando en vehículos impiden el paso a la playa, con los chiringuitos como excepción.
Pero a falta de carne y carbón buenas serán las coplas para que la noche del Trofeo siga siendo diferente, especial, marcada en rojo en el calendario del verano gaditano. A partir de las 23 horas los grupos finalistas y semifinalistas han comenzado a ofrecer sus repertorios ante una gran cantidad de público, en una velada que se prolongará hasta bien entrada la madrugada.
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