Cádiz

Con plazas pero sin residentes

  • El geriátrico de Santo Domingo espera abrir desde octubre de 2010, el Centro Integral del Mayor desde mayo de 2011 y San Juan de Dios funciona con 50 de 125 plazas desde hace un año

Hay equipamientos que se anuncian como fundamentales para la ciudad y que, llegado el momento, resulta que nunca llegan a realizarse los proyectos y que pasado el tiempo no se sabe qué hacer con ellos ni quién hacerse cargo de los mismos (léase El Olivillo o el castillo de San Sebastián). Y, al mismo tiempo, hay otros equipamientos que sí se construyen en su totalidad, se equipan... y no pueden abrir sus puertas, que es el paso más fácil (léase los geriátricos de Santo Domingo o del Centro Integral del Mayor). ¿Es Cádiz el mundo al revés?

La actual crisis económica está teniendo sus efectos, al igual que en cualquier faceta de la sociedad, en las residencias de ancianos. Algunas están perdiendo residentes, que vuelven a sus casas para que las familias puedan contar así con los ingresos de la pensión; otras atraviesan dificultades económicas en su gestión por falta de pago de administraciones. Pero quizás el caso de Cádiz sea demasiado particular. Resulta que la ciudad tiene construidas dos residencias de ancianos que no pueden abrir sus puertas; y lo mismo ocurre con prácticamente la mitad de otro centro. La alta demanda de plazas en geriátrico que acumula Cádiz y su provincia y que provocaron en su día la construcción de estos equipamientos sigue, por tanto, sin atenderse. Y la situación es aún peor que hace unos años, pues a los nuevos geriátricos que no se pueden poner en marcha se le unen otros que cerraron sus puertas.

Por orden cronológico, el caso más grave es el del geriátrico que se ha habilitado en el convento de Santo Domingo. El centro está listo para ponerse en marcha desde octubre de 2010, pero a día de hoy ni un solo residente ha puesto un pie allí porque la Junta de Andalucía no concierta las plazas habilitadas (45 existen en el edificio). Y lo peor es que Gerón, que gestionará este centro, al igual que está haciendo con San Juan de Dios, ya ha bajado los brazos afirma que no lo va a abrir por el momento. "Si no garantizan siquiera el pago de las plazas que ha concertado, no vamos a abrir Santo Domingo", apunta el gerente de Gerón, Javier Merino, que añade incluso que la Junta ha comunicado "que no contemos con el compromiso de concertar plazas" para Santo Domingo debido a la situación económica actual.

Los propietarios del convento, los dominicos, reconocen que no abrir el geriátrico tampoco ha supuesto "grandes trastornos" a la comunidad, puesto que los dominicos mayores (dos actualmente) sí están siendo atendidos en San Juan de Dios. Pero reconocen que es "una lástima ver una instalación que se está deteriorando cuando hay una necesidad en Cádiz de este tipo de centros", según señala el prior en Cádiz, Pascual Saturio.

En febrero de 2011 presentaba el Obispado junto a Gerón la nueva residencia de San Juan de Dios, plenamente equipada para recibir a los primeros residentes. En julio de ese año abrió sus puertas el centro. Y de las 125 plazas que se habilitaron, tan solo hay medio centenar ocupadas actualmente (un 40% de la capacidad del edificio). De ellas, la mitad son concertadas con la Junta y el resto está en régimen privado. Y de momento, todo seguirá siendo así salvo que accedan más residentes por la vía privada, ya que la Junta parece que seguirá sin concertar más plazas en este centro. A este respecto, la fundación Gerón asegura que "tenemos solvencia para aguantar esta situación", no suponiendo un problema grave el hecho de no poder contar con más residentes, según Javier Merino, que apoya estas palabras en los diferentes centros que Gerón tiene repartidos por toda España.

En estos dos casos, el único aliento de momento es la espera del nombramiento de un nuevo delegado de Bienestar Social de la Junta en la provincia para mantener un encuentro con él "y exponerle la situación", explica Javier Merino.

El último de los equipamientos construidos, el Centro Integral del Mayor Micaela Aramburu, está en idéntica situación a Santo Domingo desde mayo del pasado año, cuando finalizó su construcción y equipamiento necesario para albergar a los residentes. Ciento veinte plazas de geriatría tiene el edificio situado en la Avenida Marconi, a las que se suman otras de estancia diurna. Y, pese a las constantes quejas y recriminaciones de los responsables del Ayuntamiento -que fue quien construyó este edificio-, la actividad para el que fue concebido sigue sin desarrollarse.

Cuando finalizó la construcción de este centro Micaela Aramburu, la alcaldesa anunció que se pondría en marcha sin necesidad de esperar el concierto de plazas de la Junta. Para ello, el Ayuntamiento iba a empezar a utilizar la decena de plazas que le correspondían según el acuerdo firmado con el grupo SAR para la gestión de este equipamiento; y esta empresa también iba a comenzar a ocupar las veinte plazas que irían destinadas a régimen privado. Pasados catorce meses desde aquellas declaraciones, la realidad es bien distinta: ni la Junta ha concertado ni una sola plaza, ni el Ayuntamiento ha utilizado las suyas, ni la empresa tampoco.

No obstante, fuentes municipales aseguran que el edificio "en ningún momento está deteriorado" por el hecho de no estar abierto y funcionando. Y es que explica el Ayuntamiento que hay un personal encargado del mantenimiento y la seguridad del equipamiento que costó más de once millones de euros. Además, las fuentes consultadas indican que se está "en conversaciones con la empresa para ver cuál es la mejor solución para el municipio".

Entre los tres casos expuestos, suman 240 plazas para personas mayores que están completamente habilitadas y, sin embargo, están cerradas desde hace meses... Y lo que, al parecer, les queda.

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